Por Karen Rivera
Los rostros de dolor, hambre, marginación e injusticias que viven las personas desplazadas consecuencia de la guerra en Siria y de los conflictos sociales de Medio Oriente y África, son capturados por la lente de Gabriel Tizón. Con sus imágenes, que pueden verse en la muestra Migrantes en el Mediterráneo, el fotógrafo español pretende hacer “un homenaje a todas las personas que caminan contra su voluntad”.
“Para mí la fotografía es el motivo del encuentro con estas personas y con muchas otras que ya he conocido y espero conocer, y como fotógrafo aspiro a fotografiar como pienso, no como veo, entonces lo que pienso al respecto de estas personas es una admiración por su comportamiento, por su saber estar en una situación tan crítica, eso me llama la atención y eso es lo que me hace ir al encuentro con ellas. Una vez ahí, lógicamente soy fotógrafo, intento reflejar lo mejor posible esa situación”.
La exposición organizada por el Seminario Universitario de Culturas del Medio Oriente de la UNAM, reúne 50 imágenes, algunas de ellas capturadas en el campo de refugiados Moria, en la Isla griega de Lesbos, a la que los migrantes llaman “El infierno”, por las condiciones en las que habitan.
“Hay de todo, desde la frontera con Turquía hasta la frontera con Alemania, hay mucho de Mediterráneo, así se tituló, pero hay muchas fotografías que están hechas a miles de kilómetros del Mediterráneo”.
Sobre las fotografías y aquellos capturados en éstas, Tizón señala: “Para mí son personas por encima de cualquier otro nombre que sea migrante, refugiado o números”.
Migrantes en el Mediterráneo puede verse en Paseo de Reforma frente al número 222, durante el mes de agosto.