Washington, 5 sep (PL) El fiscal general estadounidense, Jeff Sessions, anunció hoy la polémica decisión del gobierno de rescindir el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que a partir de este martes no recibirá nuevas solicitudes.
Durante una alocución tildó de inconstitucional la política implementada por la administración de Barack Obama (2009-2017) para proteger a jóvenes indocumentados traídos a este país cuando eran niños, de la cual se benefician en la actualidad unas 800 mil personas.
«El programa conocido como DACA está siendo rescindido», expresó el secretario de Justicia en un anuncio que seguramente provocará numerosas protestas y batallas legales en el país, al tiempo que cuestionó la legalidad del mecanismo aprobado mediante orden ejecutiva en 2012.
Previamente al anuncio de Sessions funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional precisaron que no aceptarán nuevas solicitudes de personas que podrían cumplir los requisitos del programa pero no están protegidos bajo el mismo hasta el momento.
Al mismo tiempo, dieron a conocer que los beneficiarios actuales no se verán afectados hasta del 5 de marzo de 2018, dentro de casi seis meses.
Varios reportes de prensa habían indicado que el presidente Donald Trump daría esta ventana de actuación al Congreso para proponer y alcanzar una alternativa legislativa para estos jóvenes indocumentados, conocidos como «dreamers» (soñadores).
Además, los soñadores que tengan un permiso del DACA que expire desde hoy hasta el 5 de marzo de 2018, podrán solicitar una renovación de dos años, pero tal petición debe presentarse antes del 5 de octubre.
En su intervención Sessions calificó la iniciativa de Obama como una forma de eludir abiertamente las leyes de inmigración y un uso inconstitucional de la autoridad ejecutiva.
«La rama ejecutiva a través del DACA deliberadamente trató de lograr lo que el Poder Legislativo específicamente se negó a autorizar en múltiples ocasiones», expresó al explicar la controvertida decisión.
Este paso, tomado a pesar de los llamados de numerosos sectores políticos, civiles y empresariales que a nivel federal, estatal y local defendieron el programa, complacerá a una parte de la base conservadora del mandatario y cumple una de sus promesas de campaña.
«La nación debe establecer y hacer cumplir un límite de cuántos inmigrantes aceptamos cada año, y eso significa que todos no pueden ser aceptados», agregó el fiscal general, mientras frente a la Casa Blanca ya había personas congregadas en protesta contra la decisión.
«En pocas palabras, si queremos fomentar nuestro objetivo de fortalecer el orden constitucional y el estado de derecho en Estados Unidos, el Departamento de Justicia no puede defender esta exageración», justificó Sessions.