Un equipo de investigadores de la Universidad de Nottingham y de la Universidad de Kingston han creado un algoritmo capaz de convertir una selfie en 2D a una imagen 3D extrañamente realista.
El algoritmo trabaja con fotos de caras, ficticias o reales. Fue probado usando un conjunto de datos de diferentes fotos de caras y sus escaneos 3D correspondientes, que le permiten reconstruir un modelo 3D basado en una sola imagen 2D. Debido a que no todos los elementos de la cara son visibles en un retrato frontal, uno de los avances del algoritmo es que puede fabricar esos elementos ocultos sin el material de origen.
Los investigadores proporcionaron algunas fotos para que la gente pruebe este algoritmo con algunas imágenes de muestra, aunque también se pueden subir fotos para saber cómo sería el rostro de la gente. El algoritmo también funciona con imágenes antiguas en blanco y negro, así como pinturas artísticas. La página se puede consultar aquí.