La Habana, 21 sep (PL) Una decena de artistas de unos 50 países confirmaron su asistencia a la primera edición del Festival Internacional de Música Electrónica Eyeife, a efectuarse en la capital cubana del 26 al 30 de septiembre, anunciaron hoy sus organizadores.
La cita, que persigue convertir a La Habana en una plaza fuerte dentro del circuito del género, propone un cartel centrado en la música electrónica.
También apuesta por las posibilidades de fusión con sonoridades asociadas a los ritmos de origen africano de la cultura cubana, aunque está abierto al resto de las manifestaciones de la música popular antillana.
El encuentro, organizado por el Instituto Cubano de la Música, los estudios PM Records y el Laboratorio Nacional de Música Electroacústica (LNME), tiene confrimada la asisitencia de una decena de artistas provenientes de 50 países, entre los que destaca Estados Unidos por el número de participantes.
Figuran en el cartel los Djs (disc jockeys) y productores musicales norteamericanos David Paglia, Derek Turcios, Chip E y Taimur Agha, el francés Jean Du Voyage, los británicos Freddie Flowers y Gost, y por los anfitriones DJoy de Cuba, Iván Lejardi, Wichy del Vedado y Kike Wolf, entre otros.
Fuera de ese ámbito sonoro tendrán acciones en el festival las cantantes Suylén Milanés, Brenda Navarrete y Zule Guerra, la banda de rock Tesis de Menta, el trompetista Yasek Manzano, la agrupación rumbera Osaín del Monte, los raperos Athanay y y Etián Brebaje Man, y la compañía Acosta Danza.
Las sedes principales serán el Instituto Superior del Arte , la Casa de las Américas y la discoteca Ipabema del Hotel Copacabana, espacios que además de los cociertos acogerán una serie de talleres de producción.
De estos intercambios «esperamos salgan nuevas ideas y proyectos de intercambios», dijo a Prensa Latina Enmanuel Blanco, director del LNME.
El Festival Internacional de Música Electrónica Eyeife (buena suerte y prosperidad) toma su nombre de la religión afrocubana, y sigue la línea trazada por Proelectrónica, un evento que durante cuatro años logró visibilizar este tipo de música hecha en Cuba.