México, 25 sep (PL) Los grandes edificios, llamados pirámides en Ciudad México, soportaron la envestida de dos grandes sismos en este mes, uno de 8,2 y otros de 7,1 grados en la escala de Richter, este último de gran fuerza que sorprendió hasta a los especialistas.
El símbolo de la ingeniería mexicana, la Torre Latinoamericana, frente al Palacio de Bellas Artes, desde su inauguración en 1956 ha soportado 66 movimientos mayores a magnitud de 7,0 grados.
Según los especialistas su edificación fue una proeza de ingeniería nacional, en especial su cimentación, capaz de soportar un terremoto de nueve ó 10 grados. Fue el símbolo constructivo más relevante de los años 50 del pasado siglo.
Para estudiosos de la Universidad Nacional Autónoma de México, una adversidad en esta edificación sería posible tras una catástrofe de 12,0 grados de magnitud.
El rascacielos, con sus 44 niveles, sigue señoreando la zona histórica, con su estilo cercano a las grandes obras neoyorquinas, como el Empire State Building.
En total 47 edificios de entre 28 y 69 pisos soportaron los actuales terremotos en la capital, gracias a cumplir las normas antisísmicas, y siguen de forma esbelta en las zonas rosas de la capital.
Entre esas majestuosas obras se encuentran las llamadas torres Reforma, BBVA Bancomer, La Mayor, Ejecutiva Petróleo Mexicano, Altus, World Trade Center, Reforma Latino, Península Tower, Siroco, Elites Residences, Punta Reforma, Arcos Bosques I y II y la Torre Diana.
También dejamos constancia de hermosas construcciones de los últimos tres siglos en los centros históricos de la Ciudad de México que se agitaron pero conservaron sus estructuras casi intactas.
Palacios, iglesias y antiguas casas, en su mayoría, sufrieron daños principalmente en sus elementos decorativos como cornisas, gárgolas y estatuas de los siglos XVI, XVII y XVIII. Cerca de 40 edificaciones construidas hace más de 30 años se derrumbaron.