Hugh Hefner fue un observador incisivo que supo leer el ánimo de su época y capitalizar el deseo del ciudadano promedio estadounidense en los años cincuenta. Su visión sobre la sexualidad, el glamour, la fotografía, el periodismo, la literatura y el diseño se vio materializada en la revista Playboy, que en 1953 vio la luz por primera vez. Ayer, este visionario murió a los 91 años de causas naturales en su casa en Los Ángeles, California.
Iniciada con un presupuesto de ocho mil dólares Playboy apareció en los quioscos con una imagen de Marilyn Monroe en la portada, comprada por Hefner (Illinois, 1926) directamente al fotógrafo y que fue tomada antes de que la actriz se convirtiera en un incono de Hollywood. Playboy “no era una revista de sexo, por lo que a mí respecta. El sexo era simplemente parte del paquete total; estaba tratando de integrar el sexo dentro de un estilo de vida saludable”, declaró Hefner en una entrevista para The Telegraph publicada en 2009.
El ánimo de la publicación se oponía, por medio de un sofisticado diseño y cuidado editorial, al conservadurismo estadounidense acrecentado después de la Segunda Guerra Mundial, era una publicación liberal insuflada con el espíritu irreverente de Hefner, que presentaba un nuevo estilo de vida y una nueva concepción de la masculinadad. Una publicación que ponía en imágenes y palabras ese anhelo por algo diferente al estilo de vida prototipo: familia, trabajo, hijos, casa con porche y auto a la entrada. “Esa es la razón por la revista fue exitosa, por qué la gente la abrazó desde el principio. Había también todas estas revistas de aventura al aire libre que abogaban por actividades sanas para los hombres de la familia que se sentaban en casa jugando a las cartas y mirando la televisión”, describió Hefner en la misma entrevista.
Entretenimiento aderezado especiado, con humor y sofisticado. El ritmo del estilo de vida del hombre moderno estadounidense capaz de hablar de Picasso, Nietzsche, jazz y sexo, parafraseando las palabras de Hefner escritas en la carta editorial aparecida en el primer número de la revista. Sus páginas albergan textos de autores como Margaret Atwood, Vladimir Nabokov, Ian Fleming, Arthur C. Clarke, Chuck Palahniuk, Haruki Murakami, entre otros.
La publicación devino un imperio de millones de dólares que hoy incluye casinos, hoteles, cine, video y emprendimientos en Internet.
Fuente: N22