MÉXICO, D.F., a 02 de septiembre.- Mariano Jiménez Maldonado fue uno de los Generales Insurgentes mexicanos más destacados al inicio de la guerra de Independencia. Nació en San Luis Potosí el sábado 18 de agosto de 1781. Sus padres fueron José Jiménez y Josefa Maldonado se esforzaron por dar a su hijo buena educación, que lo transformó en un patriota por México.
Estudió en la Escuela de Minería de la ciudad México donde se graduó en 1804. Al estallar el movimiento de independencia el 16 de septiembre de 1810 se unió a él inmediatamente, su inteligencia y valor le valieron para que el cura don Miguel Hidalgo, en poco tiempo le diera el grado de Coronel.
El Ingeniero Mariano Jiménez SIMPATIZÓ CON LAS IDEAS DE Miguel Hidalgo y Costilla y se comprometió a apoyarlo; dejó su trabajo en la mina de Valenciana, Guanajuato, para ser artillero durante el movimiento de Independencia y contribuir a los triunfos de las tropas insurgentes.
Poco tiempo después y luego de varios hechos de armas, fue ascendido a teniente general. Participó en las batallas del Monte de las Cruces y en la defensa de Guanajuato donde fundió cañones y mejoró las defensas. Después de la victoriosa batalla de Monte de las Cruces, Jiménez fue enviado ante el Virrey para pedirle que entregara la Ciudad de México. El Virrey rechazó la propuesta y en respuesta dio la orden precisa para que los patriotas fueran derrotados en Puente de Calderón.
Después fue enviado a insurreccionar el Norte, donde obtuvo diversas victorias y logró ganar para la causa de Coahuila, Nuevo León, Texas y parte de Nuevo Santander, actualmente Tamaulipas.
En febrero de 1811 se reunió en Saltillo con Hidalgo, Allende y otros insurgentes y juntos continuaron el viaje al norte, sin embargo, el 21 de marzo de 1811 fueron aprehendidos por el ejército realista en las Norias de Baján, Coahuila. Todos fueron aprehendidos.
Jiménez fue uno de los exceptuados por el indulto del virrey, que había puesto precio a su cabeza, como a las de Hidalgo, Allende y Aldama; fue juzgado y sentenciado a muerte y fusilado el 26 de junio de 1811, en Chihuahua, Chihuahua. Pasó ha historia como el gran valiente que fue.
Su cabeza enviada a la Alhóndiga de Granaditas, en Guanajuato, donde fue colgada en una esquina del edificio, junto con la de otros revolucionarios. Recordemos con honor a Mariano Jiménez