Una edición de la novela Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, diseñada por el colectivo de diseño gráfico francés Super Terrain, de la Academia Jan Van Eyck, en Holanda, obliga a los lectores a “quemar” las páginas para leerla.
Al abrir el ejemplar, los lectores se encontrarán con páginas cubiertas de una capa de tinta negra termosensible que no permite ver nada de lo que está escrito. Para revelar el texto es necesario acercar fuego o alguna otra fuente de calor. Lo cual hace una provocación y una evidente referencia a la trama, en la que, por órdenes del gobierno, un bombero debe quemar libros.
A pesar de que por el momento este libro es sólo un experimento, un usuario preguntó en Instagram cómo conseguir una copia. La respuesta del colectivo fue la siguiente: “¡Estamos trabajando en ello, mantente pendiente!”
¿De qué va el libro?
Guy Montag es un bombero y el trabajo de un bombero es quemar libros que están prohibidos porque son causa de discordia y sufrimiento. El Sabueso Mecánico del Departamento de Incendios, armado con una letal inyección hipodérmica, escoltado por helicópteros, está preparado para rastrear a los disidentes que aún conservan y leen libros.
Como 1984, de George Orwell, como Un mundo feliz, de Aldous Huxley, Fahrenheit 451 describe una civilización occidental esclavizada por los medios, los tranquilizantes y el conformismo. La visión de Bradbury es asombrosamente profética: pantallas de televisión que ocupan paredes y exhiben folletines interactivos; avenidas donde los coches corren a 150 kilómetros por hora persiguiendo a peatones; una población que no escucha otra cosa que una insípida corriente de música y noticias transmitidas por unos diminutos auriculares insertados en las orejas.
Fuente: N22