Por Ángel Lemus
Lo que se sabe en las altas cúpulas de la política es que el presidente Enrique Peña Nieto y el CEN del PRI tienen lista la carta para la candidatura al gobierno de Puebla. De todos los precandidatos, es el Senador de la República, Ricardo Urzúa, de quien mejor se expresa Peña. De hecho dentro de los círculos políticos de la cúpula lo conocen como El Alfil de Peña Nieto.
¿Por qué lo ven como un buen prospecto para ser candidato a Gobernador? Porque para ganar las elecciones se necesita que el PRI de Puebla esté unido. Con el PRI dividido es difícil obtener una victoria, no hay posibilidad alguna de entrar siquiera en competencia. Ricardo Urzúa es el único que puede tener una candidatura cohesionada: no está confrontado con los demás líderes priístas, tiene el respaldo de las estructuras de Mario Marín y Melquiades Morales y sus puntos negativos sin mínimos.
A Urzúa también lo respalda Emilio Gamboa Patrón —político muy cercano al Presidente—, tan es así que cuando lo llamaron a las oficinas de la Presidencia de la República lo acompañó el líder de la fracción priísta en el Senado.
La candidatura de Ricardo Urzúa será por unidad para evitar más división entre los priístas y es sólo cuestión de días.