Ottawa, 5 dic (PL) El principal negociador de Canadá para la actualización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), Steve Verheul, manifestó hoy que cinco de las propuestas de Estados Unidos en la sexta ronda de negociaciones son «completamente inviables».
La declaración la realizó frente a un comité de la Cámara de los Comunes, donde enfatizó que esa nación norteña no aceptará las demandas más «extremas» provenientes de la administración del presidente Donald Trump, y aclaró que su contraparte mexicana tiene la misma opinión.
Entre las propuestas declaradas como «potencialmente perjudiciales» por Verheul está la de producir automóviles elegibles para el acceso libre de arancel dentro del Tlcan, compuestos por 50 por ciento de contenido de Estados Unidos y 85 por ciento regional, mientras lo pactado en la actualidad es del 62.5 por ciento.
Estas propuestas «dañinas» parecen no tener mucho análisis, expresó Verheul, y Canadá está tratando de explicar cómo las políticas podrían ir en detrimento de los empleos en América del Norte.
Otra proposición estadounidense es la imposición de una cláusula de caducidad que provoque en intervalos de cinco años la disolución del Tlcan, y con ello un enfriamiento paulatino en las inversiones, la planificación y la fuerza del acuerdo, a menos que los líderes políticos de los tres países decidan lo contrario, explicó Verheul.
Un tercer elemento es un enfoque no convencional para la solución de controversias, donde Estados Unidos tiene la propuesta de eliminar el Capítulo 19 del Tratado, que establece paneles binacionales para revisar disputas compensatorias y antidumping.
Finalmente, Washington solicitó la eliminación de los aranceles canadienses para las aves de corral, los productos lácteos y los huevos de las industrias agrícolas administradas por el suministro de Canadá, sin aceptar reducciones arancelarias propias, incluso con algunos productos que están más restringidos por las políticas estadounidenses frente a las de Canadá, enfatizó Verheul.
Si los negociadores enfrentan un estancamiento total, las conversaciones podrían extenderse meses o años en el futuro, y si se desencadena una salida de Estados Unidos del Tlcan descrita como el «peor resultado posible», el retiro real sería luego de seis meses de cumplimiento de los convenios, y se espera una reacción negativa de las empresas y la industria estadounidenses.
Verheul aclaró que el acuerdo de libre comercio entre Canadá y Estados Unidos suspendido cuando el Tlcan entró en vigor hace un cuarto de siglo podría volver a ponerse en práctica, pero esto probablemente requeriría una proclamación presidencial y cambios regulatorios en ambos países.
Los funcionarios continuarán su trabajo durante las reuniones en Washington la próxima semana antes de la séptima ronda formal de negociaciones en Montreal a fines de enero.