Por Guillermo Robles Ramírez
Hoy en día ante la problemática de la mordedura de muchos perros a personas está haciendo que la misma sociedad se preocupe cada vez más pues cuando estos atacan a menores de edad es cuando surge el tema de legislar la famosa tenencia de perros violentos y riesgosos para el ser humano.
Mucho se habla que falta carencia de regulación por parte de las autoridades locales, así como las estatales, pero contrario a lo que piensa, éstas sí existen, aunque sea solo en tintero, ya que el problema no es el reescribirlas, sino que se le destine un presupuesto apropiado para que pueda haber la vigilancia por parte de las autoridades locales.
Sin este recurso así puedan hacer miles de leyes, así como normas locales que serán motivo del olvido o abandono por parte de las autoridades ya que el problema no es el perro, y muchas veces se nos olvida lo mucho que ha servido en épocas muy antiguas al ser humano, viéndolo en la actualidad como una simple mascota.
Se tiene el dato de la existencia del perro hace más de 30 millones de años, pero su antepasado con el que lo relacionamos más parecido a la época moderna de la humanidad es la figura del lobo, como su ancestral origen, pero el perro domestico no apareció hasta hace doce mil años atrás.
Probamente fueron los egipcios y los romanos que empezaron a darles un uso de labor, doméstico o simplemente de custodio para los esclavos, pero es definitivamente que ha participado durante la historia de la humanidad dejándonos un registro en nuestra historia.
Uno de las etapas más marcada fue en la Primera Guerra Mundial, con el adiestramiento de los perros militares era tan específico como si fura el de un arma para un soldado porque su importancia era vital para poder hacer llegar los mensajes entre sus tropas, aunque tenían otras funciones como el sustituir la vigilancia en las noches, transportar heridos y hasta artillería ligera.
En la medida que el ser humano fue avanzando en su historia a lo que somos al día de hoy la utilización de los canes domésticos fueron siendo menos en su uso laboral pasando a ser en la actualidad un acompañante y en otros casos hasta un miembro más de la familia.
Muchas de las veces se nos olvidan la gratitud que deberíamos de tener por la importancia que representaron en algún pasado y la falta de conciencia nos lleva a ser irresponsables teniendo la misma humanidad en la necesidad de crear leyes y reglamentos que los protejan, creando así derechos y obligaciones.
No se le ha dado el respeto y lugar apropiado a este animal doméstico ya que la mayoría de sus dueños los dejan sueltos en la calle por innumerables justificaciones.
Muchos de los casos han perdido el interés por parte de sus amos no dedicándoles el tiempo suficiente como para llevarlos a pasear prefiriendo que se paseen solos y otros simplemente porque consideran que las calles son el patio de sus animales por no tener el espacio suficiente en sus domicilios y evitarse el trabajo de tener que limpiar sus depósitos de boñigas.
El tener un animal doméstico tiene obligaciones de legales como las que existen en la Ley de Protecciones a los Animales del Estado de Coahuila de Zaragoza, y también aquellas que incumben al mismo rubro en los municipios.
No hay justificación alguna para tener los perros sucios pues tan solo hay que recordar que también los animales son la proyección de sus dueños, así que ya saben si tienen un perro sucio de vecino eso significa que el verdadero “cochinón” que vive a lado de su casa es el dueño del perro, pues bien dicen que cada mascota se parece a su dueño. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org