Por Guillermo Robles Ramírez
Por increíble que parezca, muy a pesar de la existencia del Internet, así como sus redes sociales en donde la información es lo que sobra, solo es cuestión de buscarlo para encontrar lo que uno desee; resulta inverosímil que exista todavía personas ajeno a nuestro país no cree que en México pueda nevar.
Es lógico que a primera vista dos palabras “México” y “nieve” no parecen ir juntas, pero de hecho es más común de lo que muchos pueden pensar. Hay entidades federativas en donde la presencia de la nieve se ha visualizado en diferentes años.
Aunque hay que reconocer que hay estados del país que menos usual como es el caso de la ciudad de Monterrey, Nuevo León, en donde una tormenta a principios de enero de 1967 produjo la caída de nieve aproximadamente de 20 pulgadas dentro de las zonas urbanas, sucediendo lo mismo hace veinte siente años antes, es decir, 1940.
Lo mismo ha sucedido en Coahuila en donde se caracteriza como una zona desértica siendo casi imposible que la presencia de la nieve se haga presente, sin embargo, contrario a ello solo por mencionar la ciudad de Torreón volvió a nevar después de su última hace 20 años atrás.
Si bien es cierto que no deja de ser todo un espectáculo para la mayor parte de los coahuilenses, también lo es que deja mucho daño a otra parte de la sociedad.
Es una cuestión de óptica para quienes lo vivieron este pasado fin de semana ya que predominó solamente la cara blanca de la nieve, es decir, las redes sociales fueron invadidos por hermosas imágenes tanto en fotos, así como en videos en donde se podía observar paisajes no solo dentro de las diferentes zonas urbanas de las principales cabeceras municipales, sino también como de sus alrededores rurales que cubrían la blanca nieve.
Todo un sueño hecho realidad tanto para adultos, jóvenes, niños y niñas que nunca habían visto la nieve o mucho menos jugar con ella haciendo monos de nieve, tirándose a ella para hacer angelitos en la nieve, carreras de trineos improvisados, guerra de bolas, entre otros.
La presencia de nieve en el estado de Coahuila, definitivamente fue una gran oportunidad para que tanto niños y adultos interactuaran con la nieve, disfrutar con la familia.
Pero eso solamente es el lado blanco de la nieve el cual predominó más por las redes sociales, sin embargo, también existe su lado negativo o lo negro de la nieve que se le restó importancia por las circunstancias que ustedes quieran, pero que no mencionarlas sería no solo una falta de inconciencia sino también de moral, y carencia de responsabilidad por parte de las diferentes autoridades.
Un poco más del 70 por ciento de las lesiones relacionadas con esta presencia de tormenta invernal es el resultado de accidentes de vehículos. La capa de nieve o hielo formada en la carpeta asfáltica dificultó la conducción y más cuando no se tiene experiencia ante este tipo de presencia climatológicas. Tanto en la ciudad como en carreteras o autopista como lo que sucedió en el tramo de Saltillo-Monterrey, así como de regreso sobre todo éste último sufrieron muchos conductores desde el viernes pasado, y todavía hasta el siguiente día en donde pasaron frio, hambre y sin tener un lugar en dónde hacer sus necesidades fisiológicas en la cual tanto adultos de la tercera edad y menores fueron los más vulnerables.
Tal vez para muchos coahuilenses solo vieron el lado blanco de la nieve, pero lamentablemente para otros solo vieron el lado negro, quedándose hasta sin viviendas porque sus casas no soportaron el peso de la nieve colapsándose así muchas de éstas, también lo mismo sucedió con el comercio como lo sucedido en Saltillo, con el salón de eventos denominado “Real de la Fe”.
Este último tuvo la “suerte” dentro de lo que cabe; en primera no había gente y en segunda en que gracias a las redes sociales las autoridades se dieron cuenta de ello y por estar a la cercanía de una zona urbana.
Pero aquellos sectores que no contaron con la misma suerte de estar cercano, es decir, las rurales no pudieron tener el mismo impacto de reacción tanto a la sociedad, así como las autoridades locales y estatales de ser atendidos ante el desastre que dejó pasar la nieve, siendo contradictorio con el espectáculo hermoso de su manto blanco sobre casas y paisajes. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org