Se fue para quedarse

Guillermo Robles Ramírez
Por Guillermo Robles Ramírez

Cri-Cri sigue vigente a sus 27 años de su muerte que se conmemoró el día de ayer como aniversario luctuoso de Francisco Gabilondo Soler, también conocido como el grillito cantor.

Uno de los canta autores de música infantiles sin duda es y siempre será uno de los compositores mexicanos que más canciones creo, un poco más de 200 canciones dedicados al público infantil, no solo fue recordado en nuestro país sino también en el extranjero.

Francisco Gabilondo Soler, entre cuyos temas que seguramente marcaron fuertemente nuestra infancia con temas como “El Ratón Vaquero”, “Caminito a la escuela”, “El comal y la olla”, “La patita”, “La muñeca fea”, “Los tres cochinitos”, “La marca de las letras”, “El Chorrito”, “La Merienda”, entre muchas otras más nació el 6 de octubre de 1907 en Orizaba, Veracruz, y falleció el 14 de diciembre 1990.

En la actualidad no hay quien iguale o mucho menos mejore al “grillito cantor”, y sobre todo por su contenido de sus canciones que llenos de imaginación hacia que miles de niños y niñas fueran creativos con sus canciones.

Algo que para las nuevas generaciones principalmente para los padres no le dan la importancia con respecto a la música dentro de nuestra cultura y más en la vida de la infancia.

Acostumbrados los nuevos papás a usar la tecnología como las tablets infantiles como sustito de niñeras o bien para ocuparlos en algo en lugar de dedicarles tiempo, no ponen atención a la importancia de las canciones infantiles.

Está más que comprobado científicamente que la exposición a la música y canciones desde las primeras etapas de la infancia los ayuda a hablar con más claridad, desarrollando un vocabulario más amplio, así como fortaleciendo sus habilidades sociales y emocionales.

Desde 1983 ha quedado demostrado por medio de investigaciones que la música es de suma importancia asociándolos con la inteligencia lógica y emocional. La razón no es tan sencilla, pero si existe la asociación en donde la música tiene la capacidad de fortalecer la conexión entre el cuerpo y el cerebro para poder trabajar en equipo, es decir, juntos.

Les agradezco a mis padres la oportunidad que me dieron de crecer escuchando la música de Francisco Gabilondo Soler, “El Grillo Cantor”, siendo que a la fecha sigo conservando algunos de sus discos de acetato.

Aunque muchas de sus canciones se han reproducido en instrumentos de tecnología actual, solo falta continuar pasando esta linda tradición que más allá de homenajear la obra de un hombre, es compartir esa oportunidad de prolongar la imaginación de sus canciones y obviamente dejando algo positivo para nuestros hijos que es como el desarrollar con más prontitud la habilidad de hablar y enriquecer un vocabulario a temprana edad, sin necesidad de inscribirlos a instituciones educativas especiales.

En la actualidad no existe un comparativo y sin ofender a nadie, con respecto a la nueva música así como canciones infantiles que están muy distantes a los niños, así como todos aquellos instrumentos digitales que son empleados para que los menores de edad se entretengan sin tener algo positivo.

Siempre será un gusto homenajear el trabajo de una persona, pero cuando se trata de Cri Cri el grillito cantor que durante décadas alentó la creatividad, fantasía y alegría de millones de mexicanos, hace que su espíritu se más libre dejando como legado su música y letra de canciones que hasta el más adulto hace que se transporte a través del tiempo, volviendo otra vez a ser niño o niña con tan solo recordar sus canciones. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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