Donald Trump y la Estrategia de Seguridad Nacional de EE.UU.

Por Roberto Garcia Hernandez

La Habana, 19 dic (PL) En un discurso calificado por algunos críticos de imperial y ultranacionalista, el presidente Donald Trump anunció la nueva Estrategia de Seguridad Nacional (ESN) que guiará a su administración en política exterior y defensa en los próximos años.
Su intervención de ayer por la tarde en un edificio capitalino que lleva el nombre del exmandatario Ronald Reagan (1981-1989), cerca de la Casa Blanca, Trump resumió el contenido del documento de unas 70 páginas que se refiere a China y Rusia como los principales obstáculos contra los afanes hegemónicos globales norteamericanos.
Con cada decisión y acción ahora colocamos a Estados Unidos primero (America First), estamos reconstruyendo nuestra nación, nuestra confianza y nuestra posición ante el mundo, señaló el gobernante al presentar la ESN, que por primera vez excluye el peligro de cambio climático como amenaza a la seguridad nacional estadounidense.
Trump se mantuvo casi todo el tiempo dentro del guión preparado por sus asesores, en medio de un escenario repleto de grandes banderas estadounidenses, ante una audiencia de militares y funcionarios de alto nivel, donde reiteró que los intereses de la nación norteña están por encima del resto del mundo.
El lema America First (Estados Unidos primero) presidió no solo la presentación del magnate, sino también el espíritu de la ESN, que a partir de ahora será el «faro» que guíe a su Gobierno, si es que él lo permite teniendo en cuenta que a veces prefiere improvisar y obviar los criterios de sus más allegados asesores.
Además de poner en primer plano los aspectos militares como advertencia a adversarios y aliados, la nueva ESN incluye elementos de seguridad interior, en particular en las fronteras, política comercial y el fortalecimiento de la economía.
El documento está dividido en cuatro «pilares» que esbozan los principales objetivos de la actual Administración: proteger al pueblo estadounidense, su prosperidad y el sistema de vida del país, preservar la paz a través de la fortaleza de las instituciones nacionales en particular los servicios armados, y garantizar la influencia de Washington en el mundo.
Poco después de que firmara la semana pasada la ley que asigna 700 mil millones de dólares al presupuesto del Pentágono, el Presidente reiteró ayer la «necesidad» de que las instituciones castrenses reciban los recursos imprescindibles, «lo que esperamos nos lleve a una paz duradera y extraordinaria».
Trump mencionó como amenazas específicas a Irán, la República Popular Democrática de Corea, Rusia y China, aunque dejó abierta la posibilidad de cooperar con Moscú y Beijing en aspectos clave de la seguridad internacional, siempre que estén a salvo los intereses de Estados Unidos.
Sobre la lucha contra el Estado Islámico (EI) Trump destacó que la coalición liderada por Washington recuperó casi el 100 por ciento del territorio que estaba en manos de esa entidad terrorista en Siria e Iraq,
Reconocemos que la debilidad es la vía más segura hacia el conflicto y que el poderío sin igual de Estados Unidos es el medio más certero para mantener la defensa del país, dijo el mandatario, tras reiterar que la nueva Estrategia defiende el rearme masivo de las fuerzas armadas como garantía del éxito en la arena internacional.
Entretanto, en una declaración por escrito entregada a la prensa, el secretario de Defensa, James Mattis, calificó de clara e integral la ESN y para reafirmar los planteamientos de Trump añadió que «como la fuerza armada más letal del mundo, los hombres y mujeres del estamento militar estadounidense garantizan que nuestros diplomáticos siempre hablen desde una posición de fuerza».
Según las leyes estadounidenses, la ESN constituye la base para la elaboración de otros textos programáticos como la Estrategia de Defensa Nacional que deberá presentar el jefe del Pentágono, la Estrategia Militar Nacional a cargo de la Junta de Jefes de Estado Mayor en coordinación con los principales mandos militares del país, y otros documentos de trabajo.
De cualquier manera, la ESN anunciada por Trump, que sustituye a la que firmó en febrero de 2015 su antecesor Barack Obama, suscitó fuertes críticas del gobierno ruso, que la tildó de imperialista y rechazó las acusaciones de Washington sobre la supuesta amenaza del Kremlin para los intereses norteamericanos.
Por su parte, China exhortó a Washington a abandonar su mentalidad arcaica de beneficiarse a costa de los demás y consideró contradictorio el empeño de Estados Unidos de calificarla de adversaria y a la vez hablar de establecer asociaciones bilaterales.

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