Washington, 20 dic (PL) Los republicanos del Congreso se unieron hoy al presidente Donald Trump para celebrar la aprobación de la reforma fiscal, la cual representa el cambio más radical realizado al sistema tributario estadounidense en tres décadas.
«Siempre es muy divertido cuando ganas», expresó el gobernante durante una ceremonia realizada esta tarde en la Casa Blanca, en la que se refirió a la medida como «el mayor recorte de impuestos en la historia de la nación».
De acuerdo con el mandatario, este plan cumple una promesa central de su campaña y traerá al menos cuatro billones (millones de millones) de dólares de regreso a Estados Unidos, gracias a la rebaja de la tasa tributaria que pagan las empresas, del 35 por ciento actual a un 21 por ciento.
Tanto Trump como el liderazgo de su partido sostienen que esta normativa permitirá la creación de empleos, el aumento de la competitividad y el crecimiento económico.
Una de las mayores críticas que se le hace a la legislación son las previsiones de que supondrá un aumento de 1,5 billones de dólares en el déficit del país.
Los republicanos refutan ese planteamiento al sostener que ese problema se verá compensado con el esperado crecimiento del Producto Interno Bruto y otros factores, pero estudios realizados sobre el tema indicaron que, incluso con avance económico, el déficit se incrementará en un billón de dólares.
Además, los demócratas, quienes votaron en bloque en contra de la legislación, manifiestan que no beneficia en gran medida a la clase media, sino a los norteamericanos ricos.
Más allá de esos criterios, y de encuestas que sugieren un rechazo mayoritario a la ley entre la población norteamericana, Trump y su fuerza política la califican como una victoria extraordinaria «para las familias, los trabajadores y las empresas».
«Al reducir los impuestos y reformar el sistema roto, ahora estamos vertiendo combustible de cohetes en el motor de nuestra economía. Estados Unidos ha vuelto a ganar, y estamos creciendo como nunca antes», señaló el mandatario en un comunicado.
Por otra parte, durante su intervención en la Casa Blanca celebró también que como parte de del plan se revoca el mandato individual de la legislación sanitaria conocida como Obamacare, quizás el principal sustento de esa ley de salud.
Esencialmente, derogamos el Obamacare, afirmó Trump, luego de que en meses pasados el Congreso de mayoría republicana fallara en varios intentos de eliminar esa normativa y sustituirla por una nueva.
A su vez, el titular de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, se refirieron a la reforma fiscal como la posibilidad de que Estados Unidos comience a crecer otra vez en lo que prevén que sea «un periodo de tiempo muy especial».
Trump y republicanos celebran mayor reforma fiscal en 30 años
