Washington, 30 dic (PL) La Casa Blanca alista hoy un plan para hacer cambios significativos en altos cargos gubernamentales desde principios de enero próximo, como parte de los preparativos para las elecciones de medio término que tendrán lugar en noviembre de 2018.
Algunos expertos prevén que el Partido Demócrata pudiera arrebatar a los republicanos el control de ambas cámaras del Congreso en esa contienda legislativa, o al menos mejorar a su favor la actual correlación de fuerzas.
Según el diario The Huffington Post, este movimiento de funcionarios tiene lugar en momentos en que el presidente Donald Trump intenta contrarrestar los escándalos y adversidades que enfrentó en 2017 y cambiar la imagen con vista a dichos comicios que el rotativo prevé serán «tumultuosos».
Informes recientes señalan que 34 por ciento de los altos directivos designados por el presidente Donald Trump renunciaron, fueron despedidos o simplemente dejaron sus cargos en el primer año de la actual Administración, algo sin precedentes en las últimas décadas.
El equipo de Gobierno que más se acerca a este nivel de renuncias y despidos fue el de Ronald Reagan (1981-1989), en cuyos primeros 12 meses en el poder el 17 por ciento de los funcionarios renunciaron o fueron expulsados de sus puestos.
Durante las próximas semanas se anunciaría la designación de Johnny DeStefano, un asistente que trabajó para el expresidente de la Cámara de Representantes John Boehner, con el fin de que ayude en el desarrollo de las estrategias políticas de la mansión ejecutiva.
DeStefano supervisará temporalmente las oficinas de Enlace Público, Asuntos Intergubernamentales y la de Temas Políticos, además de cumplir sus tareas como jefe de personal, aunque todavía no está claro cuál es exactamente el nombre del cargo que ocupará este funcionario.
Al respecto, el diario The Hill cita a fuentes de la actual Administración según las cuales DeStefano tiene fuertes vínculos con altas figuras del Comité Nacional Republicano, lo que ayudaría a Trump a conformar un plan bien cohesionado con vista a las legislativas.
Además, está previsto que el jefe de despacho de la Casa Blanca, John Kelly, nombre a Jim Carroll como su segundo al mando, información que se dará oficialmente en los primeros días del año.
Carroll, el principal abogado de la Oficina de Administración y Presupuesto, llenaría una plaza vacante clave que dejó Kirstjen Nielsen, a quien Trump escogió para liderar el Departamento de Seguridad Interior.
Otros medios aseguran que esta ola de demociones y promociones de asesores y altos funcionarios en la Casa Blanca apenas comienza y se espera que se acentúe en los próximos meses.
Varios allegados al mandatario anunciaron que abandonarán sus cargos en enero próximo, entre ellos Dina Powell, viceasesora de seguridad nacional de Trump, y Rick Dearborn, vicejefe de despacho.
The Huffington Post señala este sábado la posible salida de Rex Tillerson de su cargo de secretario de Estado, tras sus reiterados enfrentamientos verbales con el jefe de la Casa Blanca y algunos de sus asistentes.
Sin embargo, en reiteradas ocasiones el titular de la diplomacia norteamericana rechazó los rumores de su probable renuncia y aseguró que las alegaciones sobre el tema son ridículas.
De acuerdo con The Hill, todos estos traslados y despidos están bajo la supervisión directa de Kelly, quien pretende poner orden y estabilidad en una Administración caracterizada por el caos durante muchos meses.