Coahuila inicia en este año nuevas administraciones en sus 38 cabeceras municipales, en donde seguramente sus nuevos alcaldes están preocupados y llenos de muchas expectativas con lo referente a cómo sacar adelante la deuda que dejaron sus antecesores.
Aunado con los recortes presupuestales por parte del Gobierno Federal, tendrán solamente un año para poder subsanar el deterioro económico dentro de las finanzas públicas.
Hubo quienes prefirieron politizar la transición no queriendo ventilar el adeudo que dejarían después de sus cuatro años que duraron durante la administración pasada, considerándolo como algo negativo para poderse postular nuevamente como alcalde para quienes están interesados en ello.
Un secreto que se destapara sencillamente como lo mencionó en más de una vez, el Presidente Municipal de Saltillo, Manolo Jiménez Salinas: “la mejor transparencia es el adeudo a proveedores”.
Pero no siendo suficiente con ello, y no siendo la primera ocasión hubo ediles que terminaron su administración no solamente con adeudo a proveedores, sino también sin completar con el presupuesto propio, se fueron encima del dinero correspondiente a Hacienda del impuesto sobre el trabajo, que como retenedores deben reintegrar los patrones, lo que para obligaciones fiscales se descuenta del salario que se paga a todo empelado dentro de nóminas.
No solamente se ha sentido en nuestra entidad las fuertes heladas provocadas por fenómenos climatológicos sino ahora también por las arcas heladas, es decir, vacías y con una fuerte deuda pública y dejando por ende un incumplimiento de obligaciones fiscales.
Aunque no todos los nuevos alcaldes de Coahuila obtuvieron el mismo problema al menos la mayoría de ellos sí. La pesada carga de deuda va a ser un grave lastre para los ediles que heredaron esa irregularidad y ahora se pretende que el SAT o sea el Sistema Administrativo Tributario, brazo fuerte de Lolita la de Hacienda, les condone las multas, intereses, recargos y además conceda un plazo mediano y largo, según sea el caso, para cubrir los impuestos que fueron retenidos y que indebidamente se dispusieron de ellos.
Qué bueno que las peticiones de los alcaldes, sean aceptadas por Hacienda o el SAT, pero más positivo que se dé un ejemplo procediendo conforme a la ley contra aquellos ex alcaldes que sin recato ni vergüenza alguna, faltaron a su compromiso y obligación contraída legalmente como retenedores de impuestos federales.
Las inconformidades de muchos proveedores de las diferentes cabeceras municipales de Coahuila, hicieron ver las mismas viejas prácticas de toda la vida en donde sus exigencias de las devoluciones de facturas que dieron condicionadas para el “moche” y otras facturas que nunca fueron entregadas al departamento de tesorerías municipales se quedaron guardadas en los cajones de los diferentes departamentos dejando en un estado de indefensión jurídica para su cobro.
La cultura no nace, se hace y la única forma que se conoce universalmente, es aplicando castigos a los que no cumplan con las normativas y las leyes, siendo precisamente el caso registrado entre Presidentes Municipales de Coahuila que acaban de terminar su administración.
Es indispensable y necesario aplicar y ejercer algunos escarmientos, pues en la actualidad se dejan pasar estas irregularidades como si nada hubiese pasado y se convierten en malos ejemplos a seguir por quienes llegar al poder municipal.
No se pretende ni se buscan acciones represivas como tampoco vengativas, simple y sencillamente ir acabando con conductas que dañan el futuro de las comunidades reduciéndose el gasto a obras públicas para cubrir obligaciones y compromisos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org