A manera de ejercicio ciudadano, los periodistas de la alianza de medios hicimos un recorrido por las obras que se realizan en la capital del estado de Puebla y esto fue lo que encontramos.
La obra planeada para su ejecución en dos partes y con fecha máxima de terminación a finales de noviembre de 2017 en su totalidad, a mediados de enero de este 2018 se espera que esté concluida, aunque aún se observan tramos donde no ha sido colocado el adoquín ni el mármol de las banquetas.
Unas 8 empresas participaron en el concurso, algunas de ellas con muchos años de experiencia en la construcción. Pero extrañamente no cumplieron con los requisitos para poner adoquinas, hacer banquetas y alumbrados -obras relativamente sencillas.
En cambio, fueron adjudicadas, por concurso, a las empresas Infraestrutura sustentable y Aplicación de Ingeniería y Consultoría S.A. de C.V., empresas creadas en 2011, justo en el sexenio de Rafael Moreno Valle.
Las cifras de inversión fueron para la primera etapa, desde la glorieta de Los Frailes hasta la 23 sur por un total de 58 millones 699 mil 998 pesos y se calcularon 120 días naturales para su ejecución, a partir del 6 de mayo y conclusión el 22 de septiembre.
Segunda etapa, los alumbrados, banquetas y adoquinamiento del tramo que llega a la 13 Sur, se calculó una inversión de 48 millones 956 mil 922 pesos, con inicio el 15 de agosto con trabajos por 105 días naturales y la conclusión a finales de noviembre.
Con el tiempo no cumplieron y así se vieron afectados los comercios ubicados en una de las principales avenidas de Puebla. Se calcula en un 80% la reducción en las ventas. Mientras que los comercios de franquicias la han pasado mal por falta de clientes y en los antros las ventas han sido en ocasiones de 150 pesos por día y otros nada, los pequeños comercios de plano cerraron, algunos empleados se fueron solos, otros fueron despedidos.
El emblemático Teatro La Paz desapareció, no está en remodelación está cerrado, y ya desapareció hasta la directiva.
Pero eso no es todo… los comercios tuvieron que colaborar con las empresas subsidiando con su propia energía eléctrica el corte de las losetas de mármol para crear las banquetas, es decir, los más de 105 millones de pesos que cuesta la obra, no dio ni para la luz, no pudieron alquilar una planta para los cortes de losetas.
Bonitos fantasmas metálicos marcan las entradas vehiculares, afectando el paso de personas que pudieran transitar con sillas de ruedas.
No todo es malo, pues los estacionamientos los más beneficiados, por la ampliación de banquetas y la reducción del arroyo vehicular, así que se esperan fuertes embotellamientos en una avenida que antes era más o menos fluida. ¡Gracias, gobierno gracias!
Si tan sólo hacemos cálculos el metro cuadrado de pavimento de 15 centímetros de espesor, que es mucho más caro que el adoquín, cuesta 928 pesos, por 8 metros de arroyo vehicular (cuatro metros por lado) y 18 pesos cuesta el mármol travertino la loseta de 30 centímetros, es decir 162 pesos el metro cuadrado, que tenga unos 10 metros de banqueta (5 de cada lado). Todo esto multiplicado por un kilómetro que es la extensión de la avenida Juárez, quiere decir que con menos de la mitad de lo presupuestado pudo haberse llevado a cabo la obra, ¿Dónde quedó el resto?. Además cuando el dinero está fluyendo la obra se entrega al momento, ¿el retraso quiere decir que no le pagaron a tiempo a las empresas? En este informe de gobierno, mucho agradeceremos al gobernador Tony Gali que nos explique con claridad lo que pasó aquí.