Toda revolución se evapora y deja atrás una estela de burocracia
Franz Kafka
El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, ha comenzado los ajustes a su gabinete, aprovechando la coyuntura electoral. Y aunque no han salido aun todos los que le han generado escándalos públicos, el relevo en la Secretaría de Educación ocurrido hoy en la capital, abren la posibilidad de que, a casi dos años de iniciado el sexenio, el gobierno se articule realmente para cumplir los compromisos hechos con la ciudadanía. La esperanza es lo último que se pierde.
Las áreas de infraestructura y finanzas, la de desarrollo social y la jefatura de despacho, fueron las que antecedieron al relevo de Marisol Alamilla Betancourt, que fue sustituida por Ana Isabel Vázquez Jiménez. Cabe decir que el desempeño de ambas ha estado cuestionado, pero el caso de la ahora ex secretaria de Educación fue de escándalo nacional, cuando en un evento público habló en contra de los niños con discapacidad, aseverando que “lo que menos queremos en el estado son niños en estas condiciones…”
Importantes son los que se van y los motivos por los que abandonan la labor pública, pero para efectos del futuro, más relevantes son los que llegan y las condiciones en que lo hacen, porque la actual administración comenzó a gobernar con una entidad en contingencia económica, con los peores indicadores de deuda pública y con arcas depredadas, por lo menos, por las dos últimas administraciones, por ello es que la inexperiencia de muchos de los integrantes del gabinete ha sido tan dañina para efectos de imagen pública, porque los funcionarios no debieron tener “curvas de aprendizaje.” Pero nunca es tarde para recomponer el camino.
De los funcionarios que hasta ahora han sido relevados, sea porque buscarán candidaturas o porque así conviene a la administración, la ex secretaria de Educación es la más cuestionada, pero es importante destacar que muchos de los que quedan han generado escándalos mayores; si de lo que se trata es de un relanzamiento del gabinete para efectos de un óptimo desempeño, es ahora la oportunidad del cambio, aunque aún no sea el que se prometió en campaña.
Ahora bien, los cambios han iniciado y son posibles, el quid del asunto radica en las prioridades y necesidades que se determinen, porque opciones hay, desde la Secretaría de Gobierno, pasando por la de Salud, la Oficialía Mayor o alguna otra área que se quiera poner en verdadero funcionamiento, por si hubiera la intención de profesionalizar la administración pública y colocar en las responsabilidades a individuos formados y con probada experiencia…a menos que se estén formando “cuadros”… total, echando a perder se aprende.
COMENTARIO MORBOSO
La profesionalización de la administración pública requiere del establecimiento de parámetros de medición y reconocimiento al desempeño, aunque estemos acostumbrados a ocupar cargos públicos únicamente por cumplir con el requisito de ser “cercano” al gobernante; y eso lo sabe bien el aun oficial mayor del gobierno estatal, Manuel Alamilla Ceballos.
No se mal interprete, la anterior afirmación es porque el funcionario declaró a mediados de 2017 que, en la primera mitad de este 2018, deberá instrumentarse el Servicio Profesional en el gobierno quintanarroense. Claro que prometer no empobrece, pero veremos el cumplimiento y desempeño de tan reconocido funcionario, porque si algo urge a los trabajadores gubernamentales, es la certeza de que mantendrán su trabajo, independientemente de los resultados electorales; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.