Por Irma Gallo
La revolución cubana cumplía su quinto año y estaba en plena efervescencia cuando un joven, Rodrigo Moya, fotografió el día a día en sus calles, así como a sus principales escenarios y sus líderes, como el legendario Ernesto Che Guevara. Casi cincuenta años después de que estas imágenes fueron capturadas, se exhiben por primera vez en la Ciudad de México, relata el fotógrafo.
Sobre aquella experiencia en Cuba, cuenta que ésta ha sido una de las “más impactantes de mi vida, porque no había ido antes a Cuba, pero seguí la Revolución cubana desde que el Granma iba en camino. Uno pensaba: -¡qué locos chamacos!, cómo meterse en un barco a tirar a un tirano. Viajar a Cuba fue un deslumbramiento. El penúltimo día llegó una muy guapa miliciana con su Makarov a la cintura, nos sacó de la siesta y nos dijo que nos estaba esperando el comandante Che Guevara, que teníamos que estar ahí en diez minutos y que teníamos solamente quince minutos para platicar con él”.
Cuenta el fotógrafo mexicano nacido en Colombia que los quince minutos se convirtieron en dos horas. Aunque la muestra Cuba 1964: La revolución en marcha, se inauguró en el marco del Festival Internacional Cervantino, en octubre pasado, en el Museo de Historia de Tlalpan se presenta una selección más amplia.