Por Alberto Aranda
Raúl Renán, poeta fallecido en junio del año pasado, dejó una obra que espera ser publicada. Así lo dio a conocer su familia en el Palacio de Bellas Artes. Constanza Renán Galindo, su hija, dijo que dejó dos libros completos sin publicar y carpetas de material inédito “que estamos tratando de poner en orden y ver qué se puede ir publicando. Algunos son versos de largo aliento, hay otros versos pequeños que son de insectos, un libro infantil, y uno que es de puras mujeres. “En sus últimas fases” cuenta su hija, “trabajó con poesía experimental, pero también trabajaba mucho ensayo y cuestiones clásicas” y aquellos poemas que regalaba a sus amigos.
Mientras el momento de conocer este material llega, en librerías está Pluvia, libro que reúne un largo poema de Raúl Renán, el cual no es síntesis de su obra pero sí hace guiños a otros de sus libros. De manera particular este libro es provocador ya que experimenta con el lenguaje.
“Es uno de los libros más arriesgados de Raúl. No es sencillo, ni un libro para tímidos ni para quien esté buscando los lugares comunes. Es un libro que está jugando con la forma. Es como tratar de ver este reverso que muchas veces es difícil. Es una lectura que exige del lector en el sentido de que tiene que entrar a jugar”, explica sobre el texto la poeta María Bernárdez. Éste no es sólo un homenaje a la lluvia ya que hace referencia a la cultura maya, la naturaleza, juega con los sonidos y la estructura del verso.
“Hay una sensualidad, hay una sensorialidad, también hay una provocación y una denuncia hacia la situación que estamos viviendo y, sobre todo, hay una clara intención de devolverle la valía y la ponderación al lenguaje porque ha estado sujeto a una alta crispación y en la medida en que el lenguaje este crispado el hombre va a estar crispado”.