Trascendencia anual del Festival del Habano
La Habana, 2 mar (PL) Luego de cinco días de aproximaciones y conocimiento sobre los puros cubanos, la clausura hoy del XX Festival del Habano deja en los asistentes un sabor a cordialidad y admiración.
Tales sentimientos los comentan este viernes en los salones del Palacio de las Convenciones, la mayoría de los dos mil asistentes de 70 países, que recurren a los stands, salas y diálogos directos con los cubanos, para aprender y estrechar contactos.
Para la jornada, lo más sobresaliente es la final del concurso Habanosommelier y un certamen electrónico internacional sobre los puros cubanos, preámbulo de la clausura en la noche-madrugada de este viernes con la entrega de los Premios Habano del Año y la subasta de humidores.
Al margen de estos programas y algunos contactos de pasillo, lo más sobresaliente para algunos de los visitantes extranjeros, está en el espíritu de los cubanos, por aportar lo mejor de sí a la economía.
Los habanos tienen larga trayectoria, desde hace más de 500 años, y sus fábricas todos las quieren visitar. Pero hay mucho más, si tenemos en cuenta que en esta reunión, junto a los delegados foráneos, asisten trabajadores de la industria destacados por productividad y calidad.
Muchos preguntan a sus colegas cubanos, la manera de mantener la calidad de los habanos, se muestran interesados en el complejo proceso que incluye el campo y las fábricas.
Los directivos de la corporación internacional Habanos S.A., dijeron en la apertura que se ingresaron en el años 500 millones de dólares por estos puros Premium, hechos a mano.
Tanta atención sobre dichos productos de lujos crece por año, según opinaron organizadores del festival encuestados.
Los habanos son famosos en el mundo entero. En algunos filmes estadounidenses o europeos se les menciona como «los cubanos», pero alrededor de este cigarro existe toda una estrategia, ya casi transformada en magia, quizá hasta leyenda.
Se pueden adquirir fuera de este archipiélago, gracias a 150 Casas del Habano, franquicia en poder de la corporación internacional Habanos S.A., que comercializa este tipo de puro, además de otros puntos de venta de élite como Cohiba Atmosphere.
Sin embargo, la clave bien puede estar en comprar y consumir estos habanos en Cuba, su tierra natal, donde tienen un consabido enlace con el ron y el café, con la música y la danza, con el espíritu de los lugareños.
La franquicia «La Casa del Habano» surgió en 1990 en México, y tuvo en 1993 en La Habana a la primera de este tipo (Partagás), moradas de humo de calidad, con café, tabaco y otros productos de promoción de la cultura y tradiciones cubanas.
Todo parte de un concepto, pues Habano es todo lo que proviene de La Habana, las personas de esta capital -por ejemplo- también son habanos, pero propiamente lo que se acuña como tal son los puros, hechos en Cuba, con hojas autóctonas y en fábricas locales.
También aparecen otras claves que los viajeros comprenden ahora, durante el Festival, entre ellas, que se trata de una Denominación de Origen Protegido (DOP), de una forma única de creer y hacer, a un colorido, y una sonrisa que siempre el visitante encuentra aquí.