Por Francina Islas
Jorge Volpi recibió el Premio Alfaguara 2018 por Una novela criminal. Dotado de 175 mil dólares, y una escultura de Martín Chirino. Tras la entrega del premio, conversó con el periodista Antonio Caño sobre el caso de Florence Cassez e Israel Vallarta.
“Está contado en primera persona pero intento alejarme lo más posible, de guiar un poco al lector, pero también dejar un poco que el lector decida sobre la culpabilidad o la inocencia de Florence o de lo que ocurrió verdaderamente ese día. De lo único que estoy convencido es de que si Florence salió por todos estos vicios terribles en el proceso, es que Israel tendría que estar igualmente libre”, dice Volpi sobre el hecho que dio pie a la obra a la que describe como “una novela sin ficción o documental basada en hechos reales. Todo lo que cuenta el libro está basado o en el expediente del caso o en declaraciones de los participantes o en las investigaciones periodísticas previas, y cuando yo me permito especular, lo digo muy abiertamente, es el único momento en donde hay ficciones, es decir, para llenar las lagunas de todo esto.”
Jorge Volpi denuncia la ineficacia del sistema judicial mexicano y el papel de los medios de comunicación, lo describe como “un sistema de justicia que no acaba de funcionar, un sistema de justicia mal diseñado, mal implementado, con unas enormes dosis de corrupción y donde la tortura sigue siendo una práctica constante.” Es también, “una crítica enorme a los medios, la manera en que hago esta colusión entre las dos televisoras principales del país con la policía para la transmisión,y cómo los medios, desde entonces y hasta ahora, no cumplen muchas veces su tarea de estar realmente verificando los hechos.”
A lo largo de la presentación, Antonio Caño preguntó al autor de Una novela criminal, sobre la situación actual de México y la relación con Donald Trump.
“Por un lado, sin duda, uno de los mayores problemas que atravesamos son unos niveles de violencia inauditos, de hecho a mí una de las cosas que más me sorprende de la campaña electoral actual es que ninguno de los tres candidatos habla de esto como el principal problema del país, que sí lo es. Nunca habíamos tenido, desde la Revolución mexicana, este número de muertos vinculados con la violencia. Por supuesto que tiene que ver con esta absurda política de drogas que rige no sólo en México sino en todo el mundo. Desde luego en México otro de los problemas centrales es la enorme desigualdad. Trump desde que era candidato eligió a México y a los mexicanos como su principal enemigo y son demasiadas ya las afrentas sufridas por México desde que Trump llegó al poder, que tienen que ver, desde luego con la construcción del muro o con este caso, absolutamente inverosímil de querer que México pague, además, por la construcción del muro. Que tiene que ver con la deportación sistemática de mexicanos que viven desde hace mucho tiempo en EEUU pero sin papeles, con la cancelación del programa DACA (La Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, por sus siglas en inglés).”