Naciones Unidas, 23 mar (PL) La situaciones de conflicto a gran escala y por tiempo prolongado están muy relacionadas con la hambruna y la inseguridad alimentaria en el mundo, informaron altos representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al Consejo de Seguridad.
De acuerdo con el coordinador de Ayuda de Emergencia de Naciones Unidas, Mark Lowcock, el riesgo de hambruna se concentra en un número de países afectados por esas profundas confrontaciones de larga data.
«El comportamiento de los combatientes en esos contextos a menudo es atroz, las partes beligerantes dañan y destruyen la infraestructura, los sistemas de agua, las granjas, los mercados, además de provocar el desplazamiento masivo de personas», detalló.
A juicio de Lowcock, «es posible erradicar la hambruna de la condición humana, en el transcurso de nuestra vida», pero no será por medio de soluciones de ayuda humanitaria.
Solo la paz y las soluciones políticas podrán interrumpir el círculo vicioso de guerras y hambre, dijo y pidió al Consejo de Seguridad investigar las numerosas violaciones que se cometen, en las zonas de conflicto.
Por su parte, el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley, puntualizó que la cantidad de personas que padecen hambre aguda en el mundo ha aumentado en un 55%, en los últimos dos años, hasta alcanzar los 124 millones.
«Además, corroboró, el vínculo entre hambre y conflicto es tan fuerte como destructivo. De hecho, el PMA podría ahorrar mil millones de dólares al año, si todos los grupos armados respetaran la ley», explicó.
«Pese a ello, poner fin a las guerras no es suficiente, es necesario ayudar a todas esas personas devastadas por la guerra a reconstruir sus comunidades y sus vidas», expresó.