Por Salvador Perches
Michel Marc Bouchard es un dramaturgo quebequense que ha convertido el teatro en uno de los principales escenarios para la discusión y conformación de la identidad, a partir del libre ejercicio de la escritura.
“Cada obra tiene sus propia motivaciones, obviamente hay algunas temáticas que son recurrentes en todas, por ejemplo, la relación con la niñez, el travestismo, la violencia física, los marginales, la relación con el poder; pero cada obra tiene su propia génesis, sus propias intenciones también”, asegura.
Gracias a plumas como la de Bouchard, el teatro quebequense es claramente moderno y goza del reconocimiento de la crítica internacional, y de la plena aceptación del público.
“Para mí hay dos mundos, el mundo de la obra escrita que se va a morir en la primera noche de la representación, porque ahora pertenece al mundo de la representación, no puedo leer mis obras con las intenciones de inicio, sino con las intenciones. Luego de la representación. Es como si el actor y el público reescribieran mi historia y sin mis referencias, hay huecos, silencios y toma su forma en el salón de ensayos. Como tengo la suerte de tener muy buenos directores y muy buenos actores está padre que me traicionen”.
Para finalizar sus actividades en nuestro país, el afamado dramaturgo llevó a cabo un conversatorio con el director Boris Schoemann, el periodista Carlos Bonfil, y jóvenes estudiantes en el Teatro La Capilla.