Lima, 23 mar (PL) El nuevo presidente peruano, Martín Vizcarra, asumió en un difícil contexto, se deslindó de su destituido antecesor y pidió un pacto social anticorrupción y respeto entre poderes, ante un parlamento bajo control ajeno.
En su discurso de toma de posesión, Vizcarra propuso a los congresistas «un pacto social que nos comprometa a fin de luchar sin distingo alguno contra la corrupción y a impulsar el desarrollo equitativo, democrático e integrador» del país.
Fue aplaudido en forma unánime cuando anunció que no será ratificado ninguno de los ministros de Pedro Pablo Kuczynski, defenestrado por graves indicios de corrupción y cuando que dará prioridad a la lucha contra ese flagelo.
Reconoció que asume en «una situación de inestabilidad y zozobra institucional» por los casos de corrupción que acabaron con la gestión de Kuczynski y tienen bajo sospecha e investigados a la mayoría de los líderes políticos, incluyendo Fuerza Popular (FP), que controla el parlamento.
«Llegó el momento de decir basta. Los graves acontecimientos que se han conocido en los últimos tiempos, ameritan que se esclarezcan responsabilidades y que cualquier irregularidad cometida sea penada como corresponde; la justicia deberá aplicarse con independencia, responsabilidad y celeridad», dijo en obvia referencia a esos casos.
Al presentar los lineamientos de su gobierno, aseguró que el mayor esfuerzo lo pondrá en la lucha contra la corrupción.
«Seremos muy firmes en el combate contra todas aquellas acciones que estén reñidas con la ley, vengan de donde vengan y cueste lo que cueste», dijo.
Añadió que no le temblará la mano, para tomar las medidas necesarias. para sacar a Perú de la situación actual y que la transparencia será un pilar fundamental de su mandato y se comprometió a «desmontar y denunciar todo esquema corrupto que funcione en cualquier área del Estado».
Vizcarra planteó la necesidad de estabilidad institucional, para la cual planteó que «ningún poder avasalle los derechos de otro», lo que podría aludir a FP, y lo que muchos consideran empeño en copar, también el sistema de justicia y otras instancias de poder.
«Tengo la fuerza y la determinación para emprender el reto. Tengo claro también que este gran desafío debemos asumirlo todos los peruanos, los partidos y lideres políticos, los empresarios y sobre todo cada uno de los ciudadanos», expresó.
En lo económico hizo referencia a la estabilidad y la credibilidad y anunció que «vamos a mantener lo que se ha hecho bien, modificar todo aquello que puede mejorarse y emprender aquello que no se ha realizado hasta ahora», sin cambios fundamentales en la materia.
Aseguró que asume como tareas centrales la atención a la salud, la educación y la seguridad ciudadana.
Tras la ceremonia de toma de posesión, se abrió una etapa de expectativa que puede extenderse, hasta la primera semana de abril, tras la distendida semana santa católica.