Por Irma Gallo
“Yo creo que la creación literaria no es algo que se construya, sino que de alguna forma se tiene ya una especie de ingeniería genética previa al nacimiento que se fortalece con un contexto y que después es responsabilidad disciplinaria del escritor el llevar a cabo esta vocación”, estas palabras pertenecen al escritor y académico Gonzalo Celorio.
El hermano mayor de Gonzalo Celorio tuvo mucho que ver en el desarrollo de esta vocación, cuando le hablaba con palabras poéticas desde que él era muy pequeño. El domingo, el Instituto Nacional de Bellas Artes celebró los 70 años de vida y, por lo tanto, de literatura, de Celorio.
“Esas palabras tan sonoras que yo no entendía, me granjearon admiración, me granjearon cariño, me granjearon identidad. Lo que puedo decir es que quizás ahí está el embrión de mi vocación literaria”, dice el escritor para quien durante la preparatoria, su acercamiento al teatro, terminó por afianzar la vocación por la palabra, “fui adquiriendo una especie de patrimonio verbal”, remata Celorio.
Cuba también es un radar importante en la vida y obra del autor de Tres lindas cubanas. “Por motivos familiares, Cuba ha estado muy presente. Mi madre era cubana, aunque nacida en Islas Canarias,de casualidad. Y mi padre fue un diplomático mexicano destacado en Cuba. Ahí conoció a mi madre, ahí se casó con ella, ahí nacieron los tres mayores de mis hermanos. Siempre he tenido una relación un poco de bipolaridad porque, por un lado, cuando alguien critica a Cuba yo salgo en su defensa, igual si la defienden acríticamente yo inmediatamente adopto una posición crítica.”
Acompañaron a Gonzalo Celorio en este homenaje Geney Beltrán, coordinador de Literatura del INBA; Malena Mijares, Fernando Fernández, Eduardo Casar y Juan Villoro.