Naciones Unidas, 15 abr (PL) La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) promueven hoy una guía de apoyo a la lactancia materna en los centros de salud para embarazadas y recién nacidos.
El documento incluye lo que denominan 10 pasos para una lactancia materna exitosa y apoya la iniciativa de hospitales amigo de la madre y el niño, lanzada en 1991 con el fin de alentar a las madres primerizas a amamantar y a orientar a los trabajadores de salud sobre la mejor forma de apoyarlas.
Según dijo la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta H. Fore, la lactancia materna salva vidas y ayuda a mantener a los bebes sanos desde sus primeros días hasta su madurez.
Los hospitales no están solo para curar a los enfermos, también tienen que promover la vida y garantizar que la gente pueda desarrollarse y vivir al máximo de sus posibilidades, señaló el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Unicef y la OMS consideran que son los centros sanitarios -representantes de la lucha a favor de la sanidad universal- quienes deben ejercer el liderazgo a la hora de promover esas prácticas.
De acuerdo con sus informes, Cuba destaca entre los países con mejores resultados al aplicar la iniciativa de hospitales amigos de la madre y el niño.
La guía de 10 pasos que promueve ahora la OMS y la Unicef insiste en la necesidad de informar a todas las embarazadas y a sus familias de los beneficios de la lactancia natural y la forma de ponerla en práctica.
Además, aboga por facilitar el contacto «piel con piel» y ayudar a las madres a iniciar la lactancia cuanto antes sea posible tras el parto.
La lactancia materna es vital para la salud de un niño y reduce los costos de atención para los centros de salud, las familias y los gobiernos, indican investigaciones.
Amamantar a todos los bebés durante los primeros dos años salvaría anualmente la vida de más de 820 mil niños menores de 5 años, reporta la OMS.
La lactancia durante la primera hora después del nacimiento protege a los recién nacidos de las infecciones, mejora su coeficiente intelectual, la preparación para la escuela y reduce el riesgo de cáncer de mama en la madre.