Por Julio López
Cinco actrices disputan el premio a la mejor Interpretación Femenina en los Premios Platino, entre ellas destaca Maribel Verdú por Abracadabra y Emma Suárez por Las hijas de abril, pero la que realmente llama la atención es Daniela Vega, protagonista del largometraje Una mujer fantástica. Daniela Vega es el alma y corazón de este filme. Es difícil imaginar la película sin ella, su personaje pasa de la alegría a la tragedia, del llanto a la rabia, del desconcierto a la indignación. El director Sebastián Lelio la llevó al límite y ella estuvo a la altura.
“Hemos recibido mucho cariño, ha sido unánime el cariño, el respeto y la valoración de lo que hemos hecho”, señala Vega quien da vida a Marina. que trabaja como mesera y cantante. Por fin todo se acomoda en su vida: tiene a su lado a Orlando, un hombre mayor que la quiere y la respeta, están muy enamorados y planean una vida juntos. Su idílico sueño se derrumba cuando su pareja muere repentinamente. Además de su sufrir el duelo, Marina tendrá que enfrentarse al odio, la críticas y los juicios de la familia de su novio, pues Marina es una chica transgénero.
“La película es una película de amor, es una historia de amor, es mucho más que una historia trans, es mucho más que un personaje trans. Es una película que no permite encasillarse o etiquetarse en un solo género, es una película transgénero. Por ese mismo motivo pasa por el thriller, por el drama, por la comedia, por el cine fantasmagórico, por el cine policial. Creo que la película más que intentar responder preguntas lo que hace es hacer preguntas, así como una ecuación matemática: nosotros entregamos una ecuación y ustedes despejan la X.”
Esta es la primera ocasión, en su corta historia, que los Premios Platino nomina a una mujer transgénero en la categoría de Mejor Interpretación Femenina, al respecto, Daniela Vega señala que “no siento que sea un parteaguas, es unificar las aguas para que todos podamos pertenecer al mismo lugar. Etiquetarse y separarse es un arma peligrosa.”
El triunfo del largometraje en la pasada entrega de los premios Óscar sobrepasó el mundo de lo cinematográfico y ayudó a que la presidenta Michelle Bachelet cambiara el estatus a urgente del proyecto de ley para garantizar el reconocimiento jurídico de personas transgénero.