Carla Simón y “Verano 1993”

Verano 1993
Este viernes llega a salas de cine comercial la ópera prima de la cineasta española. El filme aborda la crisis de sida de los años noventa desde la mirada de una niña de seis años

Por Julio López

Con el tiempo la mente tiende a embellecer los recuerdos, la memoria se vuelve selectiva y busca evocar sentimientos y convertirlos en imágenes. Bajo este mismo proceso, escarbando en sus recuerdos, viendo fotografías y preguntado a familiares, la directora Carla Simón construyó el guión de Verano 1993.

“Yo siempre digo que no necesitaba hacer la película como catarsis porque es algo que viví cuando tenía seis años, lo tengo muy digerido, pero sí aprendí mucho. Aprendí por qué actuaba como actuaba de pequeña al leer todo eso sobre psicología infantil y aprendí mucho de cómo se sentían todos los que me rodeaban: poder entender lo que se siente cuando ya eres padre y ya tienes un niño y te llega otra persona y tienes que aprender a quererla como tu propia hija”, cuenta la directora española, Carla Simón (Barcelona, 1986).

La película gira entorno a una niña que pasa una temporada en la campiña catalana, rodeada de árboles frutales y paisajes hermosos, detrás de esta idílica imagen se esconde un oscuro suceso: Frida ha quedado huérfana, su padre y madre fueron dos de los cientos de víctimas que murieron a causa del virus del sida en los años noventa, en España. Ahora esta pequeña tendrá que afrontar el duelo, cambiar de hogar y adaptarse a una nueva familia.

“Empecé a leer mucho sobre psicología infantil, cómo los niños entienden la muerte, cómo son los procesos de adopción; fue cuando empezó a tomar forma más narrativa (el filme) y me ayudó mucho a entender cuál debía ser el viaje emocional de la protagonista.”

La dura realidad que nos presentan contrasta con la jovialidad y frescura de las protagonistas infantiles, Laia Artigas y Paula Robles. Su espontaneidad conquista al espectador. Verano 1993 es una historia elegante y sutil.

“Creo que como director uno nunca está contento con la película que hace pero sí estoy contenta con la reacción de la gente. Evidentemente cuando la veo cambiaría muchas cosas o la rodaría distinto. En general me ha sorprendido mucho que le llegara así a la gente o la emoción que tiene con el público, ha sido una sorpresa, desde la primera proyección en Berlín cuando estrenamos.”

La ópera prima de Carla Simón ha tenido un camino discreto pero lleno de éxito. Luego de año y medio de recorrer todo tipo de festivales llega a una de sus últimas paradas, los Premios Platino, donde disputa cinco galardones. El próximo 20 de abril llegará a salas de cine del país.

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