Por Francina Islas
El primer escritor nicaragüense en recibir el Premio Cervantes, Sergio Ramírez, ha comenzado ya las actividades en torno al gran galardón que le será entregado el 23 de abril.
“Quiero hablar en el discurso de lo que yo le debo a Darío y lo que yo le debo a Cervantes y cómo Darío, a su vez, le reconocía tanto a Cervantes. Vamos a encontrar estos recuerdos permanentes que tiene de Cervantes desde la primera vez que lo leyó de niño y todo esto me va a llevar en mi discurso a fijar lo que yo siento como escritor”, dijo el escritor.
Pese a que se retiró de la política hace más de 20 años, Sergio Ramírez considera que tanto él, como sus colegas centroamericanos, se ven afectados por el fenómeno de “anormalidad política” que permea en sus letras. “ Esto no tiene nada que ver con mis propios ideales ‘políticos’, que son mis ideales humanistas por vivir en un mundo distinto y en un país que también sea distinto. Los temas de que tengo más cerca son las migraciones forzosas hacia la frontera con Estados Unidos, el narcotráfico, la corrupción, las pandillas, y no es que la literatura deba escribir sobre los temas sociales y económicos, sino que obviamente la literatura es sobre los seres humanos, pero los seres humanos, cuando se ven afectados por este tipo de fenómenos, sus vidas cambian y eso es lo que los hace sujetos de la novela”.
El autor de Ya nadie llora, considera que los tres grandes renovadores de la lengua castellana han sido Garcilaso, Cervantes y Rubén Darío. Y como grandes plumas nicaragüenses considera a Ernesto Cardenal y a Claribel Alegría.
“Yo siempre recuerdo que la novela postmoderna es Cervantes, porque si alguien convirtió la novela en el género de géneros, el género que lo contiene todo y que es capaz de contenerlo todo, biografía, autobiografía, testimonio, ensayo, eso es Cervantes”.
Además de la ceremonia donde el rey Felipe VI, le otorgará el máximo galardón de las letras hispánicas en Alcalá de Henares, el autor de Margarita, está linda la mar iniciará la lectura continuada del Quijote en el Círculo de Bellas Artes y guardará un legado especial de su obra en la caja de las letras del Instituto Cervantes.