Naciones Unidas, 8 jul (PL) Tres de cada cuatro niños que viven hoy en Sudán del Sur solo conocen la guerra, según alerta un reporte del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Desde 2011, año de la creación de ese país -el más jóven del mundo-, 2,6 millones de los 3,4 millones de bebés nacidos en el período conocieron la vida en condiciones de conflicto, advirtió el informe.
Una guerra aparentemente interminable continúa destruyendo el futuro de millones de niños, expresó la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, que visitó a inicios de este año las comunidades sursudanesas de Juba, Ganiyel y Bentiu.
El conflicto y el subdesarrollo han plagado el área durante décadas, dejando a los niños sin escolarizar, desnutridos y vulnerables a las enfermedades, el abuso y la explotación, lamentó.
Tras obtener la independencia en 2011, en Sudán del Sur estalló una guerra civil en 2013 que ha sumido a la nación en una difícil situacion humanitaria: el 60 por ciento de la población no sabe cómo obtedrá su próximo comida y la hambruna amenaza varias zonas.
De acuerdo con Unicef, más de un millón de niños están desnutridos, incluidos 300 mil al borde de la muerte.
Además, una de cada tres escuelas fue destruida, ocupada o cerrada desde 2013, y el conflicto dejó a unos dos millones de niños sin educación, la mayor proporción de niños no escolarizados en el mundo.
Los niños de Sudán del Sur merecen algo mejor, pero los esfuerzos para ayudar a quienes más lo necesitan se ven obstaculizados y más de 100 trabajadores humanitarios han muerto debido a la violencia, señaló la directora ejecutiva de Unicef.
Fore resaltó que las partes beligerantes pueden y deben hacer más para recuperar la paz e impulsar ese proceso estancado durante tanto tiempo.
Si bien unos 800 menores de edad fueron liberados de los grupos armados desde el comienzo de este año, se estima que otros 19 mil continúan sirviendo como combatientes y mensajeros, y sufren abusos sexuales, subrayó.
Aunque un número masivo de refugiados regresó a Sudán del Sur cuando este obtuvo su independencia, desde 2013 unas 2,5 millones de personas -incluido más de un millón de niños- volvieron a huir hacia tierras vecinas en busca de seguridad, indican estadísticas de la ONU.