Londres, 14 jul (PL) El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visita hoy Escocia en un ambiente marcado por protestas contra su presencia en territorio británico y como rechazo a sus políticas.
El mandatario estadounidense escribió este sábado en su cuenta en la red social Twitter que tendrá dos días de reuniones, llamadas y un poco de golf, en su complejo deportivo y hotelero Trump Turnberry, ubicado frente a la costa suroeste de Ayrshire.
Mientras, cerca de 10 mil personas tomaron las calles de Edimburgo como parte de las manifestaciones, las cuales se sucederán en varias ciudades de este territorio constitutivo de Reino Unido, indicó el periódico británico The Guardian.
La policía escocesa desplegó un extenso dispositivo de seguridad, con más de cinco mil agentes adicionales y cuyo coste fue cifrado en unos cinco millones de euros.
Antes de la llegada de Trump a la región, la víspera, tuvo lugar en Glasgow la primera de las protestas, que congregó a miles de personas.
También la organización Greenpeace sobrevoló con una pancarta en las proximidades del hotel para denunciar la política medioambiental del presidente norteamericano.
Escocia es la tierra natal de la madre de Trump y en este territorio el gobernante estadounidense tiene desde 2014 dos complejos de lujo con campos de golf, que le ha enfrentado a ecologistas, residentes y hasta al Gobierno escocés.
Su anterior visita a esta región fue en junio de 2016, cuando se postulaba como candidato del Partido Republicano para ocupar la Casa Blanca, y recibió también varias manifestaciones frente al Trump Turnberry.
Durante su estancia en Londres, miles de personas salieron a las calles con pancartas para pronunciarse contra la presencia del presidente en el país europeo.
Convocadas por la organización Juntos contra Trump, las protestas comenzaron en esta capital, contra las políticas del mandatario sobre temas como la inmigración, las relaciones raciales, de discriminación hacia las mujeres y el cambio climático.
Los manifestantes se burlaron del mandatario norteamericano con un globo gigantesco que lo representaba como un bebé gritón de color naranja, en pañales y con un teléfono celular en la mano para twittear.
El globo, de seis metros, evocaba el carácter caprichoso, cambiante e infantil del jefe de la Casa Blanca, según explicaron los organizadores de las protestas.
De esta forma, el gobernante completará el domingo su primera visita oficial a Reino Unido, tras reunirse la víspera con la primera ministra británica, Theresa May, y tomar el té con la reina Isabel II.