Zagreb, 15 jul (PL) A pesar de haber sucumbido 2-4 frente a Francia en la final del mundial de fútbol Moscú 2018, los croatas celebran hoy casi con el mismo ímpetu que si fueran los ganadores.
Y es que haber llegado hasta la cima tras una batalla heroica frente a poderosos rivales tiene un mérito inconmensurable, lo cual fue correctamente asimilado por una ciudadanía que vio con asombro como su selección nacional se abrió camino hasta la cancha de Luzhniki en la majestuosa capital rusa.
La plaza de Ban Josip JelaÄ ić, repleta de un público que seguía la lid en pantallas gigantes y no se retiró después del pitazo final, estalla de júbilo y al ritmo de rock nacional, bengalas y agitación de banderas reconoce el esfuerzo del Once de Fuego, como llaman aquí al equipo.
Lo mismo sucede en este momento en las demás plazas de las principales ciudades, entre ellas la futbolística Split, cuna del legendario Hajduk, y también en Rijeka, Zadar, Varadzin…
No es para menos. Bravura es la palabra más utilizada por los cronistas para describir el desempeño de los jóvenes deportistas croatas en este mundial de seis estrellas.
Para nada es casualidad que Luka Modric (32 años), capitán del equipo, haya sido proclamado el mejor jugador del evento.
La población, además de la celebración de hoy de este segundo meritorio puesto, se prepara para darle mañana a los «Vatreni» (fogosos, en traducción libre) un recibimiento que quizás no tenga precedentes en la vida pública de este pequeño país de poco más de cuatro millones de habitantes.
Las autoridades establecieron que el transporte público será gratuito desde esta medianoche, los trenes interciudades tendrán precios irrisorios y el feriado no hace falta decretarlo, pues quedó establecido por el soberano.
La capital, convertida en un manto de cuadros rojos y blancos- los colores del escudo nacional- dará la bienvenida a la combativa escuadra y la expresión HVALA,VATRENI! (Gracias fogosos) estará tanto en los carteles como en la mente y los corazones de quienes vivieron con inmensa pasión el mundial Moscú 2018.