Por Julio López
Hace poco más de año y medio surgió Kolëctiv.Feat, un grupo conformado por 16 artistas cuyo trabajo integra la exposición Serie Libertad, en la que reflexionan sobre el significado de esta palabra. Algo curioso, tomando en cuentan que casi todos los pintores involucrados se encuentran en el Reclusorio Preventivo Varonil Norte, de la Ciudad de México.
Lulú Sánchez Puig, miembro fundador de Kolëktiv.Feat, cuenta: “yo entré al reclusorio con el colectivo y nos hicimos la pregunta: ¿Qué significa la libertad? Pensamos que quienes mejor nos la podían resolver son la personas que justamente la han perdido, como la entendemos, y que la han encontrado en un lugar donde realmente está, que creo que es en la conciencia y en la creación.”
El proyecto no inició de cero. 31 años atrás ingresó a este penal Javier Tejeda Jaramillo, acusado de haber participado en el asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena. En el año 1990 su talento para la pintura fue descubierto por el paisajista José González García. Desde entonces el “Maestro” se dedico a la pintura y a enseñar a otros reclusos las artes plásticas.
“Me integré al taller de Tejera Jaramillo, él fue el que me dio la oportunidad para poder empezar a estudiar la pintura, la historia del arte y todo lo que tenga que ver con la pintura. Después de un tiempo mi maestro salió y tuvimos la oportunidad de conocer a la maestra Sánchez Puig, que fue la que empezó a formar el colectivo y a juntar a todos mis compañeros para crear todas estas obras”, cuenta Alejandro Rubio. “Yo estuve preso nueve años seis meses. Me doy cuenta de que pudiéndome expresar defiendo mi verdad, me hace libre, por eso le pongo las cadenas, las libélulas salen de mi boca, son libélulas de fuego que están quemando las cadenas, derritiendo las cadenas, que son las que me liberan.”
“No es un oficio fácil” dice la meastra Sánchez Puig, “de todos modos, estamos logrando abrir espacios y abrir puertas para que puedan dedicarse a lo que realmente quieren hacer.”
Esta exposición primero se presentó en la Biblioteca México y ahora se exhibe en el Seminario de Cultura Mexicana, luego viajará por diferentes partes del mundo. “Las obras se van a Marruecos, después estaremos en Portugal, Los Ángeles, San Antonio, Chicago, algunas otras ciudades; también hacer viajes a algunas galerías por diferentes estados de la república.”
Las 30 fotografías intervenidas están a la venta, oscilan entre los 8 y los 55 mil pesos. Una pequeña parte servirá para dar seguimiento al proyecto y el resto va directamente al artista, pues “la idea es que al salir ellos se conviertan en artistas, bueno, son artistas desde dentro, pero que afuera puedan vivir del arte y puedan vivir dignamente”, dice Sánchez Puig.