Por César H. Meléndez
El escenógrafo Alejandro Luna y el cineasta Ignacio Ortiz fueron los encargados de inaugurar la serie de charlas especiales que la Cátedra Bergman organiza como parte del ciclo de cine dedicado al director sueco y que se proyecta en Cinemex y la Cineteca Nacional. La idea es que después de cada proyección la experiencia de ver a Bergman en pantalla grande sea complementada por la visión de figuras del arte y la cultura en México. El maestro Alejandro Luna recuerda haber conocido en persona a Bergman en un festival de teatro celebrado en la antigua Yugoslavia.
“A la hora de la comida había un señor que estaba muy solo en una mesa muy grande y nadie se acercaba. Todo lo demás era ruido, y este hombre solo. Yo ingenuamente dije ‘voy a hacerle compañía a este señor que estaba solito’; y ahí voy con mi charola y demás. Saludé. No cruzamos palabra. Al poco tiempo ya me había enterado que era Ingmar Bergman.”
Para Ignacio Ortiz hay aspectos formales muy puntuales que hacen del cine de Bergman una particularidad en la historia del celuloide. “El uso expresivo del close-up, nunca ese close está contando tanto como en Bergman. ¿Por qué? Porque hay un trabajo con el actor, donde desarrolla todo un proceso, actrices como Liv Ullmann, que es un prodigio cinematográfico, te aguanta cinco minutos un close-up y está ocurriendo una historia.”
Además de esa preocupación por retratar los rostros y extraer lo insondable de sus personajes, Ignacio Ortiz añade como elementos del cine de Bergman la implementación de la narrativa del espacio y el color para denotar estados de ánimo y un trabajo sobresaliente de la mano de sus actores.
El ciclo en conmemoración de los cien años de nacimiento de Bergman se realizará de julio a noviembre en las sedes antes mencionadas.