Naciones Unidas, 5 sep (PL) Las negociaciones hoy aquí de un tratado a favor de los mares ofrecen esperanzas a organizaciones ecologistas que identifican esta como una ocasión única para defender las áreas azules del planeta.
Los océanos, más allá de las fronteras, cubren la mitad del mundo, pertenecen a todos, no tienen banderas, idiomas, divisiones nacionales ni departamentos gubernamentales que los protejan, dijo a la prensa la Sandra Schoettner, de Greenpeace.
Es una ocasión única en la historia para proteger a los océanos de la sobrepesca, el cambio climático y el vertimiento de desechos, destacó.
Schoettner insistió en la importancia de esta primera fase del proceso de discusiones intergubernamentales, el cual se prolongará durante dos semanas y deberá estar listo para el año 2020, por decisión de la Asamblea General de la ONU.
«La ciencia es clara: necesitamos proteger al menos el 30 por ciento de nuestros océanos para 2030». La vida de los mares depende de este proceso, aseguró.
Los ecologistas y muchos países defienden para ello la creación de reservas marinas, que serán una de las partes clave de la discusión.
Hoy en día media docena de países -China, Taiwán, Japón, Indonesia, España y Corea del Sur- se reparten el grueso de la pesca en alta mar, a través de compañías apoyadas en muchos casos por importantes subsidios públicos.
Según diversas investigaciones, sin estas ayudas monetarias gran parte de las embarcaciones destinadas para ese fin no pudieran sostenerse, lo cual unido al impacto que la industria tiene en los ecosistemas marinos motiva a muchos a proponer una prohibición total de ese tipo de pesca.
Las negociaciones intergubernamentales, que por dos semanas tendrán lugar en la sede neoyorkina de la ONU, enfatizan la necesidad de garantizar una pesca sostenible, combatiendo las capturas ilegales, no reguladas o excesivas y mejorando la cooperación entre países.
Además de para proteger a las especies marinas, salvaguardar el océano es clave frente al cambio climático, pues las aguas absorben calor y gases de efecto invernadero, gracias sobre todo a la labor de muchas especies de plancton, expresó Schoettner.