Washington, 6 sep (PL) Altos funcionarios de la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, negaron hoy públicamente haber escrito un artículo anónimo en el diario The New York Times sobre intentos de frenar «las peores inclinaciones del mandatario».
De acuerdo con la cadena televisiva CNN, entre esas personas se encuentran el vicepresidente, Mike Pence, el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el director de Inteligencia Nacional, Dan Coats.
Asimismo, la fuente menciona y publica comentarios de titulares de Departamentos, la directora de la Agencia Central de Inteligencia, Gina Haspel, el representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer, y el director de la Oficina de Administración y Presupuesto, Mick Mulvaney, entre otros.
Nuestra oficina está por encima de tales actos amateurs, escribió en la red social Twitter Jarrod Agen, director de comunicaciones del vicemandatario.
La especulación de que el editorial en The New York Times fue escrito por mí o mi vicedirector es falsa, no lo hicimos, apuntó Coats en un comunicado divulgado por su despacho.
Tal medio de prensa divulgó el texto ayer junto con una nota en la cual reconoció que se trata de un paso raro publicar un material anónimo, pero lo atribuyó a que el autor es un alto funcionario del Gobierno cuyo trabajo se vería comprometido de revelarse su nombre.
Según el material difundido por el periódico, que dijo conocer la identidad de esa persona, Trump enfrenta una gran prueba en su presidencia, no solo por la pesquisa sobre los comicios de 2016, la división del país o la posibilidad de que el Partido Republicano pierda la mayoría en la Cámara de Representantes.
El dilema, que no comprende del todo, es que muchos de los altos funcionarios de su propia administración están trabajando diligentemente desde adentro para frustrar partes de su agenda y sus peores impulsos, recalcó el artículo.
Para ser claro, añadió, la nuestra no es la «resistencia» popular de la izquierda. Queremos que la administración tenga éxito y creemos que muchas de sus políticas ya han hecho que Estados Unidos sea más seguro y más próspero.
Sin embargo, continuó, creemos que nuestro primer deber es con este país, y el presidente continúa actuando de manera perjudicial para la salud de nuestra república.
A decir del autor, la raíz del problema es la amoralidad del presidente, porque cualquiera que trabaje con él sabe que no está amarrado a ningún principio discernible que guíe su toma de decisiones.
También, el texto acusa al gobernante de invocar los «ideales conservadores» solo como un guión, cuando en realidad muestra poca afinidad por ellos, e incluso, los ataca.
«No me malinterpreten, hay puntos brillantes que la cobertura negativa casi incesante de la administración no logra capturar: desregulación efectiva, reforma fiscal histórica, un ejército más robusto y otros», anotó el escrito.
Estos éxitos han llegado a pesar, no a causa, del estilo de liderazgo del presidente, que es impetuoso, contradictorio, mezquino e ineficaz, subrayó el trabajo.
Por su parte, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, instó este jueves a los que quieren saber quién es el autor del mencionado material a llamar a la división editorial del diario.
«La obsesión salvaje de los medios de comunicación con la identidad del cobarde anónimo está manchando irresponsablemente la reputación de miles de maravillosos estadounidenses que sirven con orgullo a nuestro país y trabajan para el presidente Trump», señaló la vocera en un comunicado publicado en Twitter.
Trump demandó ayer al periódico a revelar el autor del editorial, y cuestionó su existencia horas después de la aparición del texto y la divulgación de teorías al respecto por medios de prensa y usuarios de redes sociales.
¿Existe realmente el llamado «alto funcionario de la administración» o solo está el fallido The New York Times con otra fuente falsa? Si la persona anónima sin agallas existe, el Times debe, por motivos de seguridad nacional, entregarlo al gobierno de inmediato, tuiteó el mandatario.
Antes de ese criterio, escribió también en la plataforma de microblogging: «¿TRAICIûN?».