Por Fernando Salinas
La industria del videojuego ha crecido con el paso de los años al punto de rivalizar con las películas de Hollywood si hablamos de presupuestos de producción. Al mismo tiempo, la tecnología ha evolucionado poniendo al alcance de creadores independientes herramientas para la construcción de mundos virtuales de una forma accesible, por ejemplo, el motor gráfico Unity de acceso gratuito a principiantes.
Esta revolución virtual tiene sus ventajas, pero también ha convertido al consumidor de juegos de video (jugador) en un cliente cada vez más exquisito, exigiendo gráficos más realistas, mucho contenido, mundos enormes, pero sobre todo que los juegos sean baratos y completos. Por esta razón, muchos juegos son desarrollados por años, con la intención de lograr títulos de alta calidad; sin embargo, esto tiene un costo, ya que generalmente son puestos a la venta incompletos con la intención de seguir generando ganancias a través de las micro transacciones y contenido descargable (DLC).
Como alternativa han surgido proyectos independientes que además de ofrecer un espectro amplio en diversidad de géneros, suelen ser más económicos o incluso gratuitos. FEZ, Super Meat Boy, Cave Story, Undertales yShovel Knight, son algunos de los juegos que han brillado por su originalidad e incluso han dado el paso a convertirse en juegos comerciales debido a su éxito. Es importante tomar en cuenta que la programación, diseño, controles, música, etcétera, es trabajo de equipos de menos de cien personas, al menos en su primera versión.
En México existen proyectos de este tipo, de hecho, la mayoría de los juegos que surgen de nuestro país son hechos por pequeñas empresas, tal es caso de Mulaka creado por Lienzo, Neon City Riders de Mecha Studios o el recién estrenado Pato Box de Bromio. Y aunque cada vez los juegos nacionales tienen una mejor aceptación a nivel mundial e incluso el apoyo de algunas instituciones, hay un camino largo que recorrer para abrirse camino entre tantas opciones. Y aunque el boom indie en Steam debería tomarse como algo positivo, la saturación con nuevos títulos disponibles cada día hace las cosas complicadas para los juegos que no cuentan con una buena campaña mediática. De acuerdo con cifras de Steam, en 2017 se lanzaron 7 mil 627 juegos durante ese año, lo que equivale a 21 juegos diarios subidos a dicha plataforma.
Aunque muchos proyectos independientes han tratado de mostrar innovación de alguna u otra forma, existe cierta tendencia marcada a recordar juegos del pasado, especialmente títulos de consolas de 8 y 16 bits. Es decir, el factor nostalgia de los juegos retro es recurso recurrente en el diseño y planeación de muchos títulos.
La existencia de los videojuegos independientes es una realidad y aunque es difícil que un juego refleje buenas cifras con un mercado dominado por los juegos desarrollados por compañías de renombre, algunos títulos como Cuphead y sus más de 3 millones de copias vendidas en PC y Xbox One, demuestran lo contrario.