Por Huemanzin Rodríguez
Me gustaría que conocieras a alguien, dijo Carlos, a quien vería en su casa una noche de lluvia después del rodaje que lo ha traído momentáneamente a México. Al llegar a su casa para saludarlo y conversar me presenta a un amigo suyo: -Mira, él es Mark Eisner y ha escrito una biografía de Neruda, quería presentártelo. Mark tenía el jet lag en la piel, había venido por unos días a promocionar la versión en español de Neruda. El llamado del poeta, editado por Harper Collins. Se le veía cansado pero con la energía suficiente para conocernos. Tras la velada, compartió conmigo su libro, días después tuvimos el tiempo para sentarnos a hablar de nuevo, pero esta vez en torno al poeta.
¿Cómo te acercaste a Neruda?
Fue un camino bastante largo, trataré de contarlo de manera breve. Siempre he tenido, no sé por qué, una conexión con América Latina. Estudié mi tercer grado de la universidad en Centroamérica, ya conocía la obra de Neruda pero cuando estuve allí llegó a mis manos un libro bilingüe (inglés-español) y por supuesto, leer a Neruda en América Central en países como Costa Rica, Nicaragua o El Salvador, fue una experiencia que me llevó a otro nivel. Uno puede leer su poesía en Estados Unidos, Europa o Asia y aunque creas entenderlo, si puedes leerlo en Centroamérica te das cuenta que es ahí donde puedes empezar a entenderlo todo.
Trabajaba en El Salvador con grupo que ayudaba a los campesinos, esto fue en 1994. Dos años después del fin de la guerra civil, trabajaba con los campesinos hablándoles sobre derechos humanos, cuando terminaba la jornada regresaba en la noche y leía en ese libro la poesía social y la poesía política de Pablo, de pronto me di cuenta que había otra dimensión en esto.
Dos o tres años después me gradué y pensé en instalarme aquí en México. Fui a Guanajuato donde estuve bastantes meses con otros estudiantes y mucho tequila. De mochilazo, recorrí México hasta, de nuevo, volver a América Central. Cuando se me acababa el dinero volvía a Estados Unidos para trabajar de barman y ganar algo de plata con la intención de viajar otra vez a América Latina. Siempre tuve este libro bilingüe con la poesía de Neruda. Finalmente, decidí viajar a Chile, y ahí me impresionó ver que todo mundo habla de Neruda. Entendí otras cosas cuando pude visitar lo que fue su casa. Conocí a una estudiante de posgrado de la Universidad de Chile, donde estudió Neruda, además ella trabajaba en la Fundación Neruda. Todo en esa época era tan potente como romántico. Fue inevitable que siguiera sin leer a Neruda en español, en Chile ocurrió. Sentí su corazón más que nunca. Es muy larga esta historia pero fue así como me acerqué a Neruda, que murió el mismo año en que yo nací.
Al experimentar por fin los poemas en español como no lo había hecho en inglés, decidí que tenía que hacer algo con todo eso. En esa época hice un documental donde participó Isabel Allende y ella me dijo: ¿Por qué no haces una biografía? Y así nació esto.
Neruda es muy diferente con los años, en el vasto territorio de su poesía ¿cuál es más cercano a ti, Canto General o Veinte poemas de amor…?
Para mí, Neruda tiene tanto para todas las emociones y experiencias cambiantes cada día entre nosotros. A veces su poesía me explica algunas cosas, como el poema sobre la Guerra Civil en España. Otras veces puedo estar triste por cosas del amor y leo sus poemas de amor. En otras ocasiones, su Oda al vino, que es algo sobre la vida, me llega más. ¡Hay tanto en él! En otras ocasiones estoy en un modo más político y Neruda me habla. Por ejemplo, ¿qué puede ofrecer Neruda como poeta icónico de resistencia en el siglo pasado ahora que nosotros en Estados Unidos estamos tratando de resistir a Trump? Y resistencia es la palabra clave.
¿Cómo son tus vínculos con otros nerudianos que han escrito en torno a Pablo? Hace unos años tuve oportunidad de conversar con Volodia Teitelboim, quien tiene una biografía importante sobre el poeta.
Hay muchos libros publicados. Antes de hacer esto la primera pregunta que me hice fue: ¿por qué un nuevo libro sobre Neruda? Yo he leído a casi todos y he buscado a los nerudianos que están vivos. No pude conocer a Teitelboim porque estaba demasiado enfermo cuando yo quería verlo y después murió. Pero vi a otros como Alastair Reid y también conocí y entrevisté a muchos de sus amigos, en este libro están partes de sus vidas. En El llamado del poeta quise hacer algo que se leyera como novela, ese fue un objetivo personal. Y con todo respeto a Teitelboim, él fue uno de los mejores amigos de Neruda y así escribe su biografía, hay que entender eso. Otros libros son muy académicos, escritos tan desde afuera que son sobrepasados por los detalles de las cosas y los conflictos.
En mi libro también busqué esos caminos extraordinarios que nos permiten estudiar la evolución de su poesía que empieza con poemas de amor en su primer libro, en su tercer libro ves algo surrealista, luego nos llegan los poemas de resistencia que permiten que aparezca su Canto General. ¡Es que tiene un rango de desarrollo de su voz, de su estilo, de sus temas… es impactante!
Neruda tiene tres corrientes: su poesía, por su puesto; su vida personal; y su vida política y causas sociales. Para entenderlo no solamente se debe leer su poesía, también es importante lo que hizo fuera del papel. Y cada uno de esos Pablos tiene relación con los otros dos y así entre ellos. Aunque de cada uno se puede hacer un libro, es en los tres que podemos verlo en toda su dimensión.
“La pregunta es: ¿cómo ha sido usada la poesía de Neruda y qué puede enseñarnos ahora su obra en estos años de resistencia?”
Desde hace años trabajas en un documental, el cual sigue en proceso y al que se ha incorporado Carlos Bolado, ¿el desarrollo del documental qué herramientas te ha dado para escribir el libro?
El documental está un poco atorado, estamos buscando a alguien que nos ayude y quiera ser coproductor porque ni Carlos ni yo ni podemos dedicarnos de tiempo completo. Ahí hemos logrado varias entrevistas que son verdaderas joyas. Desafortunadamente muchas de esas personas han muerto en estos quince años, eso pasa con la gente que conoció a Neruda. Las entrevistas han sido grabadas en 2003, 2005, 2007 y 2008. El desafío en el documental es que Neruda resulta tan grande que hago un libro de más de 600 páginas con su biografía y me costó trabajo quitar cosas, en el documental, por supuesto, tengo que acortar todo aún más.
La idea del documental vino antes que el libro. En el levantamiento de imágenes que tenemos para el documental lo mismo hemos conversado con eruditos y poetas que con gente común. Hemos conversado con amigos de Pablo como Sergio Inzunza, quien nos narró el acoso que vivió Neruda cuando fue senador del gobierno de Videla, cuando se ve obligado a huir y convertirse en un prófugo y vivir en la clandestinidad, como podemos ver en la película Neruda (2016), de Pablo Larraín. El poeta y su esposa se esconden en la casa de Inzunza quien después fue ministro de justicia en el gobierno de Salvador Allende. También hemos conversado con gente de los mercados a quienes les pregunté cuáles eran sus poemas favoritos y la gente me contaba historias de él. Esa vida, esa forma en que la obra y la historia del poeta ha quedado dentro de la gente común, eso es algo que me motivó mucho. De eso se trata Neruda, se trata de la humanidad. De la maravilla que está en nuestros corazones, más que de la política o el amor, sus poemas hablan de la humanidad.
“De eso se trata Neruda, se trata de la humanidad. De la maravilla que está en nuestros corazones, más que de la política o el amor, sus poemas hablan de la humanidad.”
Neruda fue poeta, personaje, símbolo. Para América Latina también fue la resistencia contra las políticas estadounidenses en el continente. Un libro de Neruda estaba en las pertenencias del Che cuando fue asesinado hace 51 años. ¿Cómo te ha tocado la poesía de Neruda?
Hay un Neruda para cualquier persona. Alistar Reed, quien fue el traductor favorito de Neruda en inglés, me dijo: -Vas a descubrir que hay siete Nerudas diferentes, ocho o nueve, descubrirás uno nuevo. Claro que Neruda es conocido en todo el mundo, en Europa, en Asia, pero su imagen y su poesía tienen una fuerza mayor en América Latina, pues su trabajo en Canto General habla de todas las Américas. Por eso es tan potente tanto en México como en cualquier otro país del continente. Pero él también es un icono en Estados Unidos donde puedes escuchar su poesía en las manifestaciones civiles. La pregunta es: ¿cómo ha sido usada la poesía de Neruda y qué puede enseñarnos ahora su obra en estos años de resistencia?
Hace unos meses cuando tuvimos un fuerte debate por la migración en Estados Unidos, que alentó muchas voces xenofóbicas, el escritor Ariel Dorfman, chileno, argentino, estadounidense, escribió una columna de opinión en el New York Times donde recordó que Neruda viajó a España en el período de la Guerra Civil y con su voluntad y la ayuda de otros se llevó a casi 2 mil 500 refugiados de España a Chile. Hay que recordar que sólo México y Chile los recibieron. Entonces Ariel Dorfman, que conoció a Neruda, preguntó: ¿Dónde están los Nerudas de hoy?
Más allá de la política o el amor que se lee en sus poemas, la obra de Pablo Neruda tiene esencialmente al ser humano, es por ello que la gente vuelve a Neruda, acude a Neruda, quien es la expresión poética esencial de lo que somos en nuestro interior, lo elemental dentro de lo complejo, lo corriente y lo infinito, lo verdadero y lo desconocido.