Washington, 28 sep (PL) Pese a las denuncias por abuso sexual, el Comité Judicial del Senado votó hoy a favor de la polémica candidatura del juez Brett Kavanaugh, nominado del presidente Donald Trump al Tribunal Supremo de Estados Unidos.
El sufragio ocurrió tras la decisión clave del senador republicano Jeff Flake (quien llegó a mostrar sus dudas), lo que aportó la mayoría necesaria a los del partido rojo para el espaldarazo al polémico magistrado, que supera así un paso crucial para su eventual confirmación en el pleno de la cámara alta.
Sucedió además, 24 horas después de una dramática audiencia en el panel parlamentario -compuesto por 11 republicanos y 10 demócratas- en el cual comparecieron Kavanaugh y su acusadora, Christine Blasey Ford.
La sesión de ayer, transmitida en directo por televisión como un reality show, mostró a una mujer que en su primera aparición en público ratificó punto por punto la historia de hace más de 30 años, cuando presuntamente un borracho Kavanaugh joven la inmovilizó en una cama, trató de arrancarle la ropa y le tapó la boca.
Ante el mismo Comité, el juez expresó poco después un vehemente «yo soy inocente de este cargo» y «nunca he asaltado sexualmente a nadie», negándose a renunciar a la nominación, aunque otras dos presuntas afectadas sustentan relatos similares.
Apoyo de Trump
El apoyo total de Trump fue inmediato la víspera. En sus ya habituales anuncios en Twitter, escribió que el juez Kavanaugh le mostró a Estados Unidos «exactamente por qué lo nominé» y dijo que su testimonio «fue poderoso, honesto y fascinante».
En el propio tuit, Trump -de hecho tildado de abusador por varias mujeres- pidió que «¡El Senado debe votar!», algo que no obstante la solicitud de Flake de que se retrase hasta tanto se realice una investigación del FBI, podría ocurrir la próxima semana.
Sin dudas, el voto del Comité constituye un termómetro para medir que pasará luego en el pleno de la cámara alta, donde los correligionarios del magnate presidente tienen una estrecha mayoría de 51-49.
Calificado ya de tormenta política, los republicanos quieren apagar las llamas de este escándalo cuanto antes, la razón es simple: faltan menos de 50 días para las elecciones legislativas de noviembre.
Pero la irrupción de la ola #Metoo contra el acoso amenaza con mantener el tema en el rango de debate nacional, sacando a la palestra a muchas féminas que han sufrido y callaron durante años este tipo de agresión.
Nombrar a los jueces del Tribunal Supremo tiene un gran peso político y para Trump, Kavanaugh es un conservador fiable.
A propósito, a este mismo juez le hicieron preguntas similares a las que él redactó dos décadas atrás para el entonces presidente, William Clinton, por el escándalo de su «desliz» sexual con la pasante Mónica Lewinsky.