Washington, 23 oct (PL) El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, prometió hoy presionar a Arabia Saudita por la muerte del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de ese país en Turquía, donde entró el pasado 2 de octubre.
De acuerdo con el vicemandatario, el pueblo norteamericano quiere respuestas y «exigiremos que esas respuestas lleguen», expresó sobre un caso de significativa repercusión internacional.
Todo el mundo está mirando, afirmó Pence en un evento en el diario The Washington Post, del cual Khashoggi, de origen saudita y radicado en Estados Unidos, era columnista.
Varias voces criticaron en los últimos días al presidente estadounidense, Donald Trump, por su postura hacia Riad a favor de mantener un multimillonario negocio de ventas de armas con su aliado en el Medio Oriente.
Después de negar los hechos en los momentos iniciales, el reino admitió que Khashoggi perdió la vida durante una pelea en su consulado en la ciudad turca de Estambul.
Este martes, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que la muerte del periodista, crítico de la monarquía de su nación de origen, fue un brutal asesinato premeditado.
Legisladores estadounidenses sugirieron en este contexto suspender la venta de armas a Arabia Saudita y expulsar a su embajador, acciones, según analistas, con pocas probabilidades de ocurrir.
Khashoggi vivía aquí y muchos periodistas tomaron su caso de forma personal pues uno de los suyos fue atacado, consideró Ben Freeman, del Centro de Política Internacional.
Datos citados por reportes de prensa revelan que Arabia Saudita gastó más de 18 millones de dólares el año pasado y otros seis millones en el tiempo transcurrido de 2018 para influir en Washington a través de su Gobierno o de sus socios.
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