Washington, 28 oct (PL) El tiroteo ocurrido hoy en una sinagoga de la ciudad estadounidense de Pittsburgh, Pensilvania, dejó 11 muertos y seis heridos, entre estos últimos cuatro agentes del orden, informó el director local de Seguridad Pública, Wendell Hissrich.
La cifra de lesionados no incluye al presunto autor del crimen, Robert Bowers, un residente de la urbe que según las autoridades tenía en la escena un rifle de asalto y tres pistolas, y quien resultó herido con múltiples heridas de bala pero se encontraba en condición estable.
Scott W. Brady, fiscal de Estados Unidos para el Distrito Oeste de Pensilvania, dio a conocer que probablemente hoy mismo ocurra la presentación de cargos criminales en su contra.
A su vez, el fiscal general del país, Jeff Sessions, dijo en un comunicado que el Departamento de Justicia «presentará delitos de odio y otros cargos penales contra el acusado», incluidas imputaciones que podrían llevar a la pena de muerte.
Después del tiroteo, ocurrido alrededor de las 10:00, hora local, Bowers, de 46 años, se encerró en una oficina en el tercer piso de la sinagoga de la Congregación del Árbol de la Vida en el vecindario de Squirrel Hill, cerca del centro de Pittsburgh, y finalmente debió entregarse a la policía.
Es una escena del crimen muy horrible, declaró Hissrich, quien dijo que las autoridades federales estaban investigando el tiroteo masivo como un crimen de odio. «Es uno de los peores que he visto, y he estado en algunos accidentes aéreos. Es muy malo».
De acuerdo con la Liga Antidifamación, la matanza de este sábado fue probablemente el ataque más mortal contra la comunidad judía en Estados Unidos.
Según los reportes sobre lo sucedido, una cuenta a nombre de Bowers fue creada en enero pasado en Gab, una red social que resulta lugar de reunión popular para activistas de la llamada derecha alternativa y nacionalistas blancos cuyas opiniones no son bienvenidas en otras plataformas de ese tipo.
Hace varias semanas la cuenta de Bowers publicó un enlace al sitio web de HIAS, una organización judía sin fines de lucro que estaba planeando una ceremonia para refugiados en lugares de todo el país, y el sospechoso acompañó esa información con el mensaje: «¿Te gusta traer invasores hostiles para morar entre nosotros?».
Unas horas antes de que el hombre armado ingresara a la sinagoga, se escribió en ese espacio: «A HIAS le gusta atraer invasores para que maten a nuestra gente. No puedo sentarme y ver cómo matan a mi gente».
Lo ocurrido hoy en Pittsburgh constituye al menos el tercer tiroteo masivo en una casa de adoración en Estados Unidos desde 2015.
En junio de ese año un supremacista blanco asesinó a nueve personas en una iglesia en Charleston, Carolina el Sur; y otro hombre mató a 26 asistentes al servicio de una iglesia en Sutherland Springs, Texas, en noviembre de 2017.
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