Washington, 28 oct (PL) La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, reiteró hoy las advertencias a los migrantes centroamericanos que avanzan en una caravana hacia la frontera sur de Estados Unidos que desistan, porque no serán bienvenidos aquí.
«Mi mensaje general a esta caravana es: No venga», «no se le permitirá entrar», dijo Nielsen en el programa televisivo Fox News Sunday, en el que insistió que «hay una forma correcta de emigrar a los Estados Unidos».
Desde su formación, la caravana supuestamente ha aumentado a más de siete mil personas, pero su tamaño no es nada nuevo, comentó Nielsen.
Al igual que el presidente Donald Trump, la funcionaria también hizo una referencia indirecta a la posibilidad de que el grupo incluya a terroristas, una afirmación que aún no ha sido respaldada por evidencia.
«No puedo decirle como secretaria de Seguridad Nacional que conozco a todos en este flujo», acotó Nielsen.
Lo que sí sé -subrayó- es que detenemos a tres mil personas por año que tienen patrones de viaje similares a los terroristas para que no intenten llegar a la frontera suroeste.
Formada por ciudadanos que al abandonar su hogares buscan mejoras económicas, la caravana prosigue su paso pese a las amenazas de Trump de cerrar la frontera; de militarizarla y enviar más tropas a la línea limítrofe con México.
El jueves, Nielsen afirmó a la propia cadena Fox que en planes no hay «ninguna intención en este momento de disparar a las personas».
Esta semana, el mandatario republicano volvió a repetir en Twitter: «Para aquellos en la caravana, vayan de vuelta, no estamos permitiendo que personas ingresen ilegalmente a los Estados Unidos, regresen a su país y, si lo desean, soliciten la ciudadanía como millones de personas lo están haciendo».
Antes el jefe de la Casa Blanca había amenazado a gobiernos centroamericanos con cortar ayudas.
Trump hasta ahora estaba utilizando la caravana como tema de campaña electoral para atacar a los demócratas, teniendo en cuenta la proximidad de los comicios de medio término del 6 de noviembre.
Sin embargo, hubo un brusco giro esta semana en la atención de la opinión pública que no le favorece cuando un fanático suyo envió paquetes bomba a figuras prominentes y medios de prensa -en su mayoría críticos del gobernante-.
Mientras en Pittsburgh un hombre armado -estimulado quizás por el discurso el propio presidente- mató a 11 personas e hirió a seis en una sinagoga al grito «que mueran los judíos» en un aparente crimen de odio.