Por Ireli Vázquez
Imagina y trasládate al Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago de Chile, un recinto con un estilo neoclásico, con detalles de Art Nouveau, estructuras metálicas, con una gran cúpula de cristal y un balcón que es adornado con dos cariátides. Un museo que guarda años de historia y obras importantes. En una de las salas principales se montaría una de las exposiciones más importantes del país “Orozco, Rivera, Siqueiros. Pintura Mexicana” a cargo del museógrafo Fernando Gamboa. Se inauguraría el 13 de septiembre de 1973.
¿Sientes la emoción de la gente y de los representantes de nuestro país por llevar obras de caballete de los tres importes exponentes del muralismo de México (José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros) a otro país? Imagina como se sentiría Gamboa al estar al frente de esta exposición que festejaría los tres años de gobierno de Salvador Allende, presidente en ese momento de Chile.
Pero dos días antes de la inauguración llegó el golpe de Estado en Chile. Las autoridades cancelaron porque pondría en riesgo la colección del Museo. En México, antes de esto, se podía leer en los principales diarios, “Peligra en Chile la colección de arte ‘Dr. Alvar Carrillo Gil´” o “La colección Gil a salvo”, pero bajo difíciles condiciones, y corriendo muchos riesgos las piezas pudieron desmontarse y embalarse en 27 cajas que regresaron a México 15 días después.
Después de 45 años de haberse planeado esta muestra, ahora se presenta en México con el nombre de “Orozco, Rivera, Siqueiros. La exposición pendiente”, en el Museo de Arte Carrillo Gil. Paula Duarte directora del museo nos cuenta los detalles de la muestra:
- Las piezas de la exposición eran 27 y la muestra conmemoraría los tres años de gobierno de Salvador Allende.
- La exposición narra, de manera anecdótica, qué pasó con las obras, cómo se dieron todos los sucesos y cómo Fernando Gamboa recopiló estas 27 cajas e hizo todo lo posible dentro de las labores diplomáticas para regresarlas a México sanas y salvas.
- Carlos Palacios quien es el curador de la muestra, realizó una recopilación de documentos muy importantes, muchos de ellos de la Promotora Cultural Fernando Gamboa. “Documentos con los que ya hemos tenido muchos contactos porque desde el 2014 hemos revisado estos datos de los viajes de la colección. La investigación ha ido creciendo y se han encontrado desde diseños museográficos (a mano alzada de los planos de cómo quería distribuir las piezas) hasta telegramas. Hay una narración dentro de dos casetes, porque Fernando Gamboa tenía una gran afinidad con el gremio periodístico y le gustaba mucho narrar a manera de crónica, y lo que hizo fue grabar lo que estaba pasando en el Palacio de la Módena”.
- Todas estas grabaciones que fueron facilitadas por la promotora.
- Carlos y el equipo curatorial del museo recrean, de cierta manera, la distribución que hubiera querido originalmente Fernando Gamboa es por eso que en la sala se puede encontrar el plano original, el plano a mano alzada que hizo Fernando.
- A pesar de que se ha expuesto en diferentes partes del mundo, la exposición siempre ha sido distinta “Lo que estamos presentando en el Museo de Artes Carrillo Gil es la recopilación de todos los datos que hemos encontrado, sobre todo en Santiago de Chile de la mano de la embajada chilena, para poder recrear de manera fehaciente y documentar que fue lo que sucedió en ese hecho histórico”.
- Las obras originales son 169, pero solamente hay 102 en sala, de los cuales 60 son obras, el resto son documentos, audios y videos, incluso los dos carteles originales de la exposición de Santiago de Chile.
- “La gente se siente fascinada porque hacen muchas relaciones de las obras, pre-bocetos o algún tipo de experimentación previa a realizar los murales que se hicieron. La obra de caballete de los tres es bien reconocida, la gente ve directamente, y a todo color, las obras que muchas veces acompañan a los libros de textos. Son obras muy referentes dentro de la historiografía del arte mexicano, entonces el tenerlas en una sala y todos juntos pues genera una emoción”.
La muestra que cuenta con obras como Torso femenino (1945), Cabeza de caballo (1948), Pedregal con figuras (1947) y Casa mutilada (1950) de Siqueiros; El arquitecto (1915), Mujer en verde (1916) y Mujer sentada en una butaca (1917) de Rivera; así como Cristo destruye su cruz (1943), Despojo humano (1928) y Zapata (1930) de Orozco, por mencionar algunos; e encontrará en el Museo de Arte Carrillo Gil hasta el 5 de mayo de 2019.
Todas las fotos son de Ireli Torres ©