Rechazan legisladores críticas a posición de México en Grupo Lima

México, 10 ene (PL) Legisladores del partido Morena rechazaron hoy críticas a la posición de principios de México en el Grupo de Lima que instó a impedir la toma de posesión del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

En una azarosa sesión de la Comisión Permanente del Congreso con senadores y diputados, que se extenderá por varios días, su presidente, diputado Porfirio Muñoz Ledo, defendió la actitud del representante mexicano en la reunión de Lima quien rechazó en nombre del gobierno las propuestas del grupo y se abstuvo de firmar el acuerdo final contra Venezuela.

Posteriormente, en varias ocasiones, el presidente Andrés Manuel López Obrador defendió también la política de principios de México de no injerencia ni intervención en los asuntos de otros estados.

Sin embargo, partidos de la oposición encabezados por el de Acción Nacional, se lanzaron a fondo contra Venezuela y criticaron al gobierno de Morena por su actitud disidente en Lima. Muñoz Ledo recordó en el debate que México nunca se ha permitido la injerencia en otro país y que jamás se debe de opinar sobre las elecciones de otra nación.

Su colega de Morena, senador Rubén Rocha Moya, manifestó que las democracias ni se importan ni se exportan, se construyen en su pueblo, y en México nosotros la estamos construyendo y hemos vencido al fraude electoral, por eso Andrés Manuel López Obrador ahora es el presidente de la República», ejemplificó.

En tanto el diputado Armando Javier Zertuche Zuani, también de Morena, sostuvo que la posición del gobierno es congruente con los principios históricos de la política exterior mexicana, en particular la Doctrina Estrada.

Otras muy distintas fueron las posiciones del PAN cuya senadora Alejandra Noemí Reynoso Sánchez calificó la posición independiente del gobierno como una regresión pues, según ella, ha decidido darle reversa a la política exterior constructiva.

Armando Javier Zertuche Zuani, diputado del Morena, refutó las aseveraciones de la oposición y argumentó que la posición del gobierno es congruente con los principios históricos de la política exterior mexicana, en particular la Doctrina Estrada.

«México no puede erigirse como juez de presuntas violaciones a derechos humanos como motivo para calificar la legalidad o no de un gobierno, por la sencilla razón de que en este país se cometieron infinidad de infracciones. México debe interponer sus buenos oficios para coadyuvar en la solución de los problemas en Venezuela, pero en ningún caso asumirse como interventor o imponer su decisión», agregó.

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