Moscú, 29 ene (PL) Las nuevas sanciones de Estados Unidos contra Venezuela enfrentan hoy una ola de repudio internacional en medio de la escalada de Washington contra la nación sudamericana.
Rusia denunció el cinismo de la Casa Blanca por anunciar medidas contra la petrolera venezolana Pdvsa y excluir de ese castigo a compañías norteamericanas que operan en el país latinoamericano.
Con las restricciones contra Pdvsa, Washington muestra públicamente su intención de imponer un cambio de gobierno allí, indicó el canciller ruso, Serguei Lavrov.
Se trata de respaldar abiertamente un ilegal cambio de gobierno en Venezuela y, al mismo tiempo, mantener la obtención de ganancias a partir del crudo de ese país, criticó el ministro de Asuntos Exteriores.
Por su parte, China afirmó que las sanciones unilaterales solo complicará más la situación al tiempo que llamó a la administración de Donald Trump a responsabilizarse por las consecuencias que podría desencadenar.
Geng Shuang, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, dijo en rueda de prensa que Washington con su interferencia y medidas punitivas conducirá a un deterioro de las condiciones de vida del pueblo venezolano.
La Casa Blanca anunció ayer sanciones adicionales contra Pdvsa, en medio del creciente hostigamiento a las autoridades de Caracas y al presidente Nicolás Maduro.
También el Parlamento Latinoamericano y del Caribe (Parlatino) rechazó cualquier intento de intervención extranjera en los asuntos internos de Venezuela.
El Partido Comunista de Puerto Rico (PCPR) condenó el intento golpista en curso contra Venezuela.
Para el PCPR, la autoproclamación ilegítima de Juan Guaidó como «presidente interino» de Venezuela, su inmediato reconocimiento por parte de Estados Unidos y el coro casi unísono de los gobiernos aliados cobra un carácter particularmente grave debido a las amenazas de naturaleza militar envueltas.
A su vez, el papa Francisco instó a resolver el conflicto planteado en Venezuela, al tiempo que expresó su apoyo a todo el pueblo de ese país y abogó por una solución justa y pacífica.
En Nueva York una delegación ministerial de la Comunidad del Caribe (Caricom) expresó ante el secretario general de la ONU, António Guterres, su postura de rechazo a la injerencia en los asuntos internos de Venezuela.