Ciudad del Vaticano, 25 feb (PL) El papa Francisco alertó hoy aquí sobre la progresiva erosión de las relaciones familiares y sociales, al tiempo que se difunde la tendencia de las personas a encerrarse en sí mismas con sus intereses individuales.
En una audiencia con los participantes en la Asamblea Plenaria de la Pontificia Academia por la Vida, el sumo pontífice señaló que ese fenómeno tiene graves consecuencias para la unidad de la familia humana y su futuro, como él mismo expresó un mes atrás en una carta titulada «Humanas Communitas«.
Se configura así -apuntó- una paradoja dramática, justo cuando la humanidad posee la capacidad científica y técnica para alcanzar un bienestar bastante generalizado, según la entrega de Dios, observamos por el contrario una exacerbación de los conflictos y un crecimiento de las desigualdades.
Francisco indicó que el mito iluminista del progreso disminuye y la acumulación de las potencialidades que brindan la ciencia y la tecnología no siempre obtienen los resultados deseados pues, aunque el desarrollo tecnológico permite resolver nuevos problemas, surgen también dificultades y amenazas.
En opinión del Papa, «la evolución actual de la capacidad técnica produce un encantamiento peligroso» porque en lugar de aportar a la vida humana los instrumentos que mejoren su cuidado, se corre el riesgo de dar vida a la lógica de los dispositivos que deciden su valor.
Este giro -subrayó- está destinado a producir resultados nefastos, pues la máquina no se limita a guiarse sola, sino que termina por guiar al hombre y la razón humana «se reduce a una racionalidad alienada de sus efectos, la cual no puede ser considerada digna del hombre».
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