Londres, 5 mar (Prensa Latina) El Reino Unido quiere firmar un acuerdo con la Unión Europea (UE) para garantizar los derechos de los ciudadanos británicos residentes en el continente si el país abandona el bloque sin un acuerdo, aseguró hoy una televisora local.
Según la cadena Sky News, la solicitud la hizo el secretario británico para el Brexit, Stephen Barclay, en carta enviada a su contraparte europea, Michel Barnier.
En la misiva, agregó la televisora, Barclay le pide a Barnier buscar soluciones para mantener el acceso a la salud y otros derechos para los ciudadanos de ambas partes, en particular para que las personas vulnerables queden protegidas en cualquier escenario.
Las revelaciones de Sky News llegan en momentos en que el jefe negociador británico se encuentra en Bruselas para tratar de alcanzar un acuerdo con Barnier sobre la controvertida salida del Reino Unido de la alianza europea.
Según el pacto inicial firmado por la primera ministra Theresa May con sus pares europeos luego de que poco más del 51 por ciento de los británicos votó en 2016 a favor de abandonar la UE, el Reino Unido deberá dejar el bloque el 29 de marzo próximo.
Pero todos los planes de la gobernante se vinieron abajo después de que el Parlamento rechazó por abrumadora mayoría su propuesta para el Brexit, como se le conoce popularmente al divorcio.
La manzana de la discordia es una cláusula que pretende evitar el establecimiento de una frontera dura entre la República de Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte.
Según lo pactado, esa salvaguarda garantizaría un flujo continuo, sin puestos fronterizos ni controles aduanales de ambos lados, ya que la zona se regiría por las leyes europeas hasta que las partes firmen un nuevo acuerdo comercial.
Los euroescépticos británicos alegan, sin embargo, que esa cláusula amenaza la integridad constitucional del Reino Unido, porque el país no podrá renunciar unilateralmente a ella, si no que tendrá que esperar a que una comisión conjunta decida su levantamiento.
May, quien se empeña en consumar el divorcio con o sin acuerdo con la UE, deberá presentar el martes próximo a la Cámara de los Comunes un nuevo plan para el Brexit, como se le conoce popularmente al abandono del bloque por parte del Reino Unido.
En caso de que la propuesta del gobierno sea nuevamente rechazada, los parlamentarios deberán decidir si el país abandona el bloque europeo sin ningún tipo de acuerdo, o si se solicita una prórroga a sus antiguos aliados.
Ante tanta incertidumbre, el Partido Laborista, cuyo plan alternativo para mantener al Reino Unido dentro de la unión aduanal y el mercado único europeos después del Brexit también fue rechazado en el Parlamento, defiende ahora la celebración de un segundo referendo.
Pero sus detractores consideran, sin embargo, que otra consulta popular dañaría los pilares de la democracia británica, resquebrajar la confianza del electorado y hasta desatar protestas sociales.