Panamá, 8 abr (Prensa Latina) La protagonista de la multipremiada Roma (2018), Yalitza Aparicio, dijo sentirse muy feliz de mostrarle a su gente que podemos hacer cosas importantes, pese a las limitaciones que en ocasiones sentimos por ser indígenas.
Al responder la interrogante formulada por un panameño de la etnia guna yala, durante la presentación especial de la película de Alfonso Cuarón, la joven de 25 años aseguró sentir mucha responsabilidad, a la vez que resulta complicado y emocionante representar a tantas etnias indígenas.
Cuestionó las ideas que subsisten en la sociedad sobre el hecho de que las personas por ser de una determinada clase social o cultura, solo consiguen hacer ciertos trabajos y no pueden aspirar a más.
«Pero, estar aquí y que alrededor del mundo conozcan las comunidades indígenas, me hace mucha ilusión, además de abrirle las puertas al resto de las generaciones para que poco a poco logren alcanzar sus sueños», sentenció.
Aparicio, quien se encuentra de visita en esta ciudad como invitada especial del VIII Festival Internacional de Cine de Panamá, también se refirió a los planes presentes y futuros que pretende emprender tras su debut cinematográfico como Cleo, papel que le valió una nominación al Oscar como mejor actriz.
La graduada en Educación Infantil explicó al público que actualmente recibe clases de actuación, al tiempo que apoya el trabajo de algunas organizaciones y estudia la viabilidad de varios proyectos que ya tiene en la mano, pero que «deben conectar conmigo, pues para mí esto es esencial».
Aseguró que le gustaría interpretar personajes que sean reales y trasmitan mensajes, que como sociedad no logramos ver, pese a convivir con ellos todo el tiempo.
Relató el mecanismo de trabajo establecido por Cuarón con los actores, quienes recibieron las indicaciones de manera personalizada, por lo que «nunca sabíamos lo que el otro iba hacer, de ahí que muchas escenas nos tomaron de sorpresa como la noticia que recibió la señora Sofía (Marina de Tavira) de que Cleo estaba embarazada.
«Alfonso buscaba que las reacciones fueran puras, se sintieran, por lo que ocultaba ciertas cosas entre los actores. En realidad, experimentó diferentes formas hasta encontrar la escena perfecta que buscaba», acotó.
Otro elemento elogiado por la indígena de origen mixteco fue el diseño del set, el cual transportó a los actores a otra época, a tal punto que ella no solo llegó a pensar en blanco y negro, formato en que se grabó el filme, sino que también descubrió los colores reales de la Colonia Roma (Ciudad de México) de la infancia de Cuarón.
El diseñador de producción, Eugenio Caballero, afirmó que este trabajo le permitió recuperar muchas memorias perdidas junto a Alfonso, con quien creció en el mismo barrio.
«Este proceso fue muy importante para mí, pues después de él conocí más de mí y de la ciudad», gracias a la visión de un cineasta como Alfonso, quien logró visitar el pasado desde la óptica del adulto experimentado.
Aunque conquistó tres Oscar como Mejor Fotografía y Director (ambos para Cuarón) y Película Extranjera, Roma obtuvo 10 nominaciones, hecho que la colocó como el segundo filme de habla no inglesa con más número en la historia de la Academia de Cine.